“Si no hubiera pisos turísticos habría menos turistas en La Rioja”
Son un fenómeno en alza. El turismo está cambiando y a las pensiones hoteles y apartamentos riojanos se ha incorporado una nueva opción: los pisos turísticos. Una llegada que no está siendo un camino de rosas. El sector hostelero exigía más regulación y hay ciudadanos que se quejan del ruido las molestias que causan los inquilinos. Los propietarios, por el contrario, lo tienen claro: las incidencias son mínimas y su aportación es mayúscula: “si no hubiera pisos turísticos habría menos turistas en La Rioja y los turistas no tendrían donde dormir”.
Juan Nieto, presidente de la recién constituida Asociación Riojana de Viviendas de Uso Turístico, Arvutur, es tajante al asegurar que “las viviendas turísticas no causan problemas de convivencia en La Rioja”. En la asociación no tienen constancia de molestias graves, tan sólo de problemas puntuales, para cuya resolución apuestan por un sistema de arbitraje como ya ocurre en los asuntos de consumo.
Además, desmiente el tópico de que los usuarios de estas viviendas suelen ser jóvenes que vienen de despedida de soltero. “También tenemos gente que viene a hacer cursos, opositores, deportistas...”. Son visitantes que, como apunta Nieto, pueden disfrutar de otras opciones como tener animales, llevar la bicicleta o dormir una familia numerosa en un mismo piso. Además, “se favorece el comercio y los servicios de proximidad”.
Los hoteleros suelen acusar a este tipo de viviendas de “competencia desleal”, pero ellos creen que “han negocio para todos”. De hecho, “se siguen abriendo hoteles, el problema es que los consumidores quieren otro tipo de servicios”.
Nieto añade a estas ventajas los beneficios para los propietarios, “no tanto por rentabilidad, sino por tranquilidad”, ya que “cobran siempre de la plataforma en la que están inscritos”, como Airbnb.
La regulación
Lo cierto es que el número de pisos turísticos en La Rioja no para de crecer y ya son más de 700 (el 50% en Logroño), lo que ha obligado al Gobierno de La Rioja a elaborar una normativa al respecto.
Así, ahora es obligatorio inscribirse en un registro autonómico, para evitar las viviendas ilegales. Se dio un plazo de seis meses para ello y, pasado ese tiempo, se multa a los que no lo han cumplido. Un periodo en el que ha aumentado el número de viviendas registradas.
A esto se añade una modificación reciente que obliga a estos pisos a estar identificados con una placa en la entrada y a publicitar el número de registro en sus anuncios. Además, se limita el número de plazas permitidas a dos por habitación y hasta un máximo de ocho por vivienda y el propietario deberá indicar el número de plazas de la vivienda en la comunicación de inicio de la actividad.
La nueva normativa
Desde Arvutur creen que la regulación en La Rioja es “fácil de cumplir”, pero no están de acuerdo con estas últimas modificaciones. “Hay que hacer ajustes y ser más valientes, para posicionarnos con ventaja y ser una comunidad de referencia”. Estos ajustes pasarían, para Nieto, por ampliar el número de personas permitidas en una viviendas, hasta, por ejemplo, doce. “Es una limitación artificial e injusta”. También quieren que se pueda alojar a más de dos personas en la misma habitación, como hacen los hoteles “cuando ponen camas supletorias”.
“Entendemos el espíritu de la normativa, no queremos que los pisos sean cuchitriles, pero queremos que la norma sea más flexible”, apostilla Nieto, quien también apuesta por permitir alquilar habitaciones al estilo 'Bed & Breakfast' inglés. “Sería una forma de obtener ingresos extra para muchos propietarios en entornos rurales y ayudar así a frenar la despoblación” e incluso se podría convertir en una forma de atraer jóvenes: “¿Por qué La Rioja no está llena de estudiantes extranjeros aprendiendo el castellano”, se pregunta el presidente de Arvutur.
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