Terapia contra el insomnio
Quizás sea una nueva manera de captar socios ahora que empieza el buen tiempo. Si alguien quiere echarse la siesta de manera plácida y sin sobresaltos, que acuda a Las Gaunas los domingos por la tarde. Nada de ver la típica película de suspense en casa. Si se padece de insomnio, puede resultar incluso una buena terapia acudir a ver a la UD Logroñés. El equipo riojano es plano, previsible, aburre y no expone nada. El balón se pasa más tiempo por el aire que por el césped, algo no muy recomendable salvo que tengas un delantero que sepa bajarlo y fabricar una ocasión, que no es el caso.
El partido de ayer fue malo, muestra de la posición que ambos conjuntos ocupan en la tabla clasificatoria, pero al menos se ganó (1-0). Dentro de ese atentado contra el fútbol que perpetraron riojanos y gallegos, Goñi alegró la tarde al personal con un gol mediada la segunda parte tras un centro de Sergio Martínez. Completamente solo dentro del área, tuvo tiempo para controlar, acomodarse el esférico y disparar con una pequeña acrobacia, por describir de alguna manera el salto que pegó.
La primera parte se cerró con una ocasión para cada equipo, si bien la más clara fue para el conjunto gallego. Un tiro de Centrón desde treinta metros, raso, fuerte y al que no llegaba Miguel aún con su buena estirada, se estrelló contra el palo izquierdo de la portería blanquirroja. A pesar de la inoperancia de ambos conjuntos, unos instantes más tarde era la UD Logroñés la que se acercaba con algo de peligro gracias a un centro de Barrón al que acudió Julen Iriarte con todo, con ese poderío físico que le caracteriza, pero que solventó, no sin alguna dificultad, Fernando.
Tras la reanudación, fue Pedro Vázquez el que protagonizó los mejores arreones del equipo olívico. El mejor, uno que dejó sentado a Ormazábal con un bonito regate pegado a la línea de fondo y que pasó atrás para que fusilara Chaco. No pudo ser, ya que la defensa blanquirroja estuvo atenta y mandó la pelota al otro lado del campo. Por parte de la UD Logroñés, además del gol, la ocasión de mayor peligro llegó de las botas de su portero. Miguel sacó rápido más allá del centro del campo, buscando a Alain Barrón, que, rápido como una flecha, se fue hacia la meta contraria. Apareció Ibai, que prolongó para Javi Rodríguez, pero Fernando desbarató la jugada aguantando de manera magistral y lanzándose como un gato en el intento de regate.
Tan carente de ritmo y de juego estaba el encuentro, que ni siquiera la expulsión del autor del gol cambió el rumbo de noventa minutos destinados a aburrir al personal. Por momentos, el estadio parecía un campo de entrenamiento del silencio que se respiraba, fruto del desencanto de una grada cada vez más despoblada, que incluso en algunos tramos silbó a su equipo por lo que estaba aconteciendo sobre el terreno de juego.
FICHA
UD Logroñés: Miguel; Ormazábal, Gil, Herreros, Sergio Martínez; Javi Rodríguez (Domínguez, min. 64), Goñi, Ibai Ardanaz, Moisés (Nando, min. 64), Alain Barrón; Julen Iriarte (Ubis, min. 76).
Coruxo FC: Fernando; Cristóbal, Yago Yao (Reguero, min. 79), Alberto García, Aitor Aspas; Pedro Vázquez, Cifuentes, Antúnez, Vicent, Centrón; Chaco (Rafa Mella, min. 71).
Árbitro: Abad Esteban (Comité Valenciano). Amonestó a Gil, por parte de la UD Logroñés; y a Alberto García, por parte del Coruxo FC. Expulsó al jugador local Goñi por doble amarilla en el minuto 72.
Goles: 1-0 Goñi (min. 60)
Incidencias: 1.034 espectadores en Las Gaunas. El césped se encontraba algo seco y duro.
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