Trabajaba en una empresa postal y se quedaba con los móviles de alta gama y smartwatch

Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja han detenido a una empleada de empresa de reparto postal, por la presunta sustracción de 14 paquetes postales que contenían en su interior teléfonos móviles de alta gama, smartwatch, routers y auriculares. La implicada en estos hechos es una mujer de 51 años, de nacionalidad española y residente en Logroño. 

La trabajadora postal, una vez tenía los efectos en su poder, se los entregaba a un varón de 47 años -conocido de ella-, para que los pusiera a la venta entre particulares. Esta persona ha sido investigada por su presunta participación en los hechos.

La actuación se inició a raíz de una denuncia interpuesta por uno de los responsables empresa en la comisaría de Bilbao -Vizcaya- por la desaparición de paquetería postal. Según la denuncia, el robo de paquetes conteniendo material informático y tecnológico se estaba produciendo en una oficina de La Rioja, por lo que las actuaciones fueron remitidas a la Guardia Civil para su investigación. 

Agentes del servicio de Seguridad Ciudadana del Puesto de Villamediana de Iregua, iniciaron un rastreo minucioso en páginas y portales de internet dedicados a la compraventa entre particulares de objetos de segunda mano. El seguimiento a la numeración interna de los teléfonos sustraídos -IMEI-, permitió averiguar que varios de ellos estaban siendo utilizados por ciudadanos residentes en Logroño y Lardero.

Tras una exhaustiva investigación en la que se sintetizaron y analizaron los datos facilitados por las compañías telefónicas, así como los aportados por las personas que compraron varios de los teléfonos sustraídos, se consiguió llegar hasta la trabajadora de la empresa que fue detenida como presunta autora de un delito de hurto. Además se investigó a un conocido de la detenida por un delito de receptación, al ser esta persona la encargada de poner a la venta entre particulares el material informático y tecnológico sustraído por la detenida.

Ambas personas quedaron en libertad, siendo advertidas de la obligación legal de comparecer ante la autoridad judicial cuando fueran requeridas para ello.