“Umbral”, la historia de cinco parejas urbanas
“Umbral” fue escrita hace más de una década por Paco Zarzoso para la Compañía Hongaresa de Teatro, fundada en 1995 por este autor valenciano, Lluïsa Cunille y Lola López, los cuales se decidieron a finales de 2006 a recuperar este texto de sus comienzos para que la gente pudiera escucharla en castellano.
“'Umbral' sólo se había representado en castellano en Buenos Aires, en una coproducción del Teatro San Martín y de la Agencia de Cultura Española, que obtuvo gran éxito entre 2001 y 2002. La compañía argentina quiso venir luego a Barcelona, a la sala Beckett, pero no fue posible”, relata Lola López.
La producción argentina estaba compuesta por un reparto de cuatro actores, que daban vida a los diez personajes de la obra y que en el caso de la Compañía Hongaresa se han reducido a tan solo dos: Lola López y Paco Zarzoso, dirigidos por Markus Spröstom.
“La obra está completamente vigente y prueba de ello es que hemos estado recientemente en Colombia o Madrid, donde hemos sido recibido con gran cariño. El público se ha sentido muy identificado con unas situaciones muy cotidianas, en las que se ven envueltos personajes tan reales como puedan ser los vecinos de una finca”, dijo.
Lola López insiste en que la Compañía Hongaresa no cuenta con los medios de los que pueda disponer el Centro Dramático Valenciano, y que por eso sus montajes tienen que tener un coste mínimo, que se consigue reduciendo al máximo el número de actores, asunto éste que, sin embargo, no se repetirá en su próximo montaje.
En “El Mal de Holanda” (título que alude a la mortal grafiosis que afecta a los olmos y que se cree que vino de este país) la trama girará alrededor de seis actores, dirigidos por Xavier Alberti, para lo que la compañía se nutrirá de otros habituales colaboradores de la misma.
La obra ha sido escrita por el propio Paco Zarzoso y se estrenará en febrero en Valencia, con motivo del Festival Internacional Veo.
El montaje transcurrirá en este ocasión en un taller de vehículos por el que desfilarán el jefe del mismo, la recepcionista o el hombre que ha venido a reparar el coche.
“La obra es una reflexión muy global, a partir de otra situación muy cotidiana, sobre el mundo en el que vivimos y acerca de las razones por las que nuestras vidas pueden quedar atrapadas por un coche o por Dios sabe qué, lo que si lo pensamos bien resulta kafkiano”, afirmó Lola López.
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