Un grupo de activistas entrega en la sede del PP 'residuos nucleares' de Garoña
Ataviados con buzos blancos y mascarillas, cinco activistas han acudido esta mañana a la sede del PP de Logroño para hacer entrega, de forma simbólica, de un contenedor de residuos nucleares. “Venimos de la central nuclear de Garoña y les traemos estos residuos que no nos caben”, han explicado a las recepcionistas y a los dos responsables de prensa del partido que les han recibido.
Una vez fuera de la sede, han explicado que se trata de una performance que se ha llevado a cabo en diferentes sedes del Partido Popular de toda España a modo de protesta contra la reapertura de la central nuclear burgalesa. “Con esta acción nos referimos sobre todo al almacenamiento de residuos nucleares que ha cumplido ya los cuarenta años de vida útil, por lo que ahora tienen que hacer un nuevo cementerio nuclear para la reapertura”, han explicado, “por eso traemos los residuos sobrantes a quienes quieren abrir Garoña”.
Han recordado que ayer el PP se abstuvo en el Parlamento al votar la Proposición No de Ley pidiendo el cierre definitivo del la central. “Alegaron que Garoña es necesaria para garantizar el suministro eléctrico pero lo cierto es que lleva tres años cerrada y a nadie le ha faltado la luz”, han señalado.
Insisten en que Garoña está ya amortizada y es perfectamente prescindible para el suministro por lo que “su cierre definitivo no supondría problema alguno para los contribuyentes ni para el sistema eléctrico”. Creen que “para Nuclenor y el resto de la industria nuclear española, mantener Garoña en funcionamiento es un intento de sentar el precedente y alargar la vida de las nucleares hasta los 60 años, lo que supone un gran negocio para ese sector”.
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