Van Rompuy, ambiguo ante el tema de las expulsiones de Francia
Las relaciones exteriores y la gobernanza económica eran dos temas presentes en el Consejo Europeo, celebrado el pasado jueves en Bruselas, sin embargo, el tema central y más polémico (también presente en la agenda) fue el análisis de la situación de los gitanos en Europa.
El Presidente de la institución, Herman Van Rompuy, ha informado este miércoles al Parlamento Europeo de las conclusiones de la cumbre y escuchó las opiniones de los grupos políticos de la Eurocámara.
Respecto a la polémica política de expulsiones de Francia, Van Rompuy señaló que “el mensaje central es que un Estado miembro tiene derecho a defender el estado de derecho en su territorio, mientras que la Comisión tiene el derecho y el deber de investigar para garantizar que se aplica la legislación europea”.
Por su parte, en representación de la Comisión Europea, Maros Sefcovic subrayó la importancia de que la Unión Europea hable con una única voz en la escena internacional y defendió la actuación de su institución en lo referente al pueblo romaní, opinando que “la Comisión tiene la responsabilidad de ser guardiana de los tratados y defender nuestros valores europeos”.
En nombre del grupo del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, el francés Joseph Daul dijo respetar el derecho de la Comisión para revisar si la ley europea se aplica correctamente, pero lamentó el tono del lenguaje utilizado durante los debates sobre las expulsiones de gitanos a Rumanía y Bulgaria.
A su vez, el alemán Martin Schulz remarcó en nombre de los socialistas europeos que es necesario “resolver” la actual situación, subrayando que “la dignidad del ser humano es inviolable”. “La ley comunitaria tiene que ser aceptada y aplicada por los Estados miembros”.
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