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El PP teme el 'sorpasso' en Madrid: “A ver quién es ahora el voto útil, si Ciudadanos o nosotros”

El presidente del PP, Pablo Casado, y la candidata en Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Sofía Pérez Mendoza

El mayor temor del PP en Madrid no es que los socialistas de Ángel Gabilondo les superen en escaños el próximo 26 de mayo, sino quedar relegados al tercer lugar por Ciudadanos en su feudo más duradero junto a Murcia. Tras 23 años de gobierno de color azul ininterrumpido, las encuestas y los resultados del 28A refuerzan la primera hipótesis. Pero la segunda, la del sorpasso, es una de las sogas que más va a apretar al PP en esta campaña autonómica porque, en lugar de ser desalojados por una coalición de izquierdas, los conservadores podrían verse ante la tesitura de tener que hacer a presidente regional al candidato de Ciudadanos.  

“A ver quién es ahora el voto útil, si Ciudadanos o nosotros”. La frase es de un dirigente del PP y anticipa la pugna que enfrentará a las dos derechas en las próximas dos semanas: la batalla por alcanzarse ante el electorado como la formación “más útil” para evitar que la Comunidad de Madrid pase a manos de un gobierno de izquierdas liderado por el PSOE, al que tanto PP como Ciudadanos han vetado de antemano. En definitiva, una pelea por ser la fuerza hegemónica de derechas y el partido que, si los resultados coinciden con las encuestas, tendría en sus manos la formación de gobierno. 

El PP se ve ante este escenario por primera vez en su historia. Tanto, que ya ha confirmado que apoyará a Ciudadanos si le supera en escaños siempre que el partido de Rivera le devuelva el apoyo si son los conservadores los que lideran el bloque de derechas y entran al Parlamento regional con más diputados. “El señor Aguado me ha preguntado si lo apoyaría ante el sanchismo en Madrid, me lanzó un envite el otro día. Yo le digo que sí. Ahora, yo le quiero también lanzar un órdago: quiero saber si él me apoyará a mí si yo le saco un solo escaño más”, ha dicho la candidata. 

El aspirante de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid no ha querido responder con claridad y ha asumido que la victoria será suya. Aguado tampoco ha aclarado la errática política de pactos que mantiene Ciudadanos según el lugar. El partido de Rivera, igual que vetó a Pedro Sánchez, ha tachado a Ángel Gabilondo de sus posibles socios, pero no lo ha hecho con Pepu Hernández, el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid. 

“Le invito a que diga si eso es así para gobernar en otros ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, si van a dejar de apoyar al sanchismo en la Comunidad y en el resto de España”, ha exigido Díaz Ayuso sin éxito. “Lo que suceda en otros ayuntamientos y comunidades, serán los candidatos los que tengan que responder”, ha respondido Aguado.  

Ciudadanos logró más votos que el PP en la Comunidad de Madrid el pasado 28A. La diferencia es mínima: 86.000 sufragios y solo un escaño de diferencia. La traslación de esos resultados a los escaños de la Asamblea de Madrid, según una simulación realizada por eldiario.es, da a los de Rivera una ventaja de cinco diputados. Tendrían 29 (12 más que en esta legislatura) frente a los 24 escaños que obtendría el PP. Según estos mismos cálculos, los 37 diputados del PSOE no sumaría una mayoría –situada en la legislatura que viene en 67 diputados– con los 22 escaños de Podemos, que además llega dividido en dos candidaturas (la de Isabel Serra y la de Íñigo Errejón). 

Ignacio Aguado y su compañera de candidatura en la capital, Begoña Villacís, ya han empezado a explotar la estrategia del voto útil, que funcionó muy bien al PSOE de Pedro Sánchez para ganar las elecciones generales para lograr aglutinar el voto como fórmula para cortar el paso al crecimiento de la extrema derecha representada por Vox. Aún está por ver si la movilización del electorado será la misma en una segunda cita tan seguida en el calendario. 

Mientras, el PP se agarrará al legado de su gestión como arma para hacer valer su trayectoria en la Comunidad de Madrid frente a la inexperiencia del partido de Rivera al frente de un gobierno autonómico. Y, con un gobierno nacional posiblemente a la contra, funcionar como han hecho en los últimos meses como “contrapeso” al futuro Ejecutivo de Sánchez. “No cabe el luto ni la resignación, en una semana nos hemos sacudido el polvo y estamos preparados para afrontar una nueva cita electoral con ansia de victoria”, afirmó este lunes Pablo Casado. Nada dijo del miedo. 

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