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Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs

Recepción real en Madrid con los niños a resguardo del coronavirus

El violinista Ara Malikian, el mago Jorge Blass, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y los portavoces de los grupos municipales, en la recepción a los reyes

Víctor Honorato

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En el exterior del centro cultural Conde Duque de Madrid, pasadas las 20.00, una niña ensayaba un último recurso gestual para ver si le permitían ver a los Reyes Magos en persona. La vigilante que guardaba la valla casi se ablanda ante el tremendo puchero. “Es que no me dejan”, se justificó, y después tiró de argumentario: “Mejor por la tele, que me han dicho que estáis más seguros”. La recepción a los magos de Oriente, que sustituyó este año a la cabalgata para evitar aglomeraciones (sí las hubo en los centros comerciales, a pleno rendimiento) tuvo un dispositivo de seguridad notable, con los accesos al edifico vallados por la policía, de forma que algunos vecinos se figuraron que realmente los invitados entrarían físicamente en carroza, y se acercaron por si veían algo. Pero el acto, televisado, no tuvo más público que los responsables políticos y el personal anexo.

La imposibilidad de ver a los embajadores navideños molestó a una pareja con niña que bajaba disgustada por la calle Conde Duque, cruzándose por la acera con la vicealcaldesa, Begoña Villacís, que estaba llegando.

- ¿Has visto? Esa era Villacís, dijo la madre.

- ¿Quién es esa?, contestó el padre.

- La vicealcaldesa […] Al final los verán [a los Reyes] los hijos de los políticos.

Hay que decir que en el patio del centro Conde Duque, los únicos niños que se veían eran los que formaron parte del espectáculo, a cargo de la compañía Estudio Festi, presentado por el mago Jorge Blass y la presencia estelar del violinista Ara Malikian. Desde la sala de proyecciones donde estaba instalada la prensa se oyó el arranque del mago, plebeyo en este caso, con un chiste arriesgado: “Tenemos oro, incienso y mirra, que se 'mirra' pero no se toca”. Blass dio paso a Malikian, “muy ilusionado” por la ocasión, que tocó una composición navideña. Pronto entraron los reyes, precedidos de arcángeles en patines y abanderados con estandartes de colores con la inicial del respectivo monarca.

El acto fue retransmitido por Telemadrid, cuyos presentadores quisieron dar empaque a la ocasión. “Creo que es la primera vez en la historia que los tres vienen en la misma carroza”, apuntó él. “Son muy altos, muy grandes”, describió su compañera. Como los magos no llevaban mascarilla, arriesgó: “Los Reyes son inmunes”.

Los magos subieron al escenario, seguidos de los responsables políticos, uno por cada grupo municipal: el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, la mencionada Villacís, más Rita Maestre (Más Madrid), Pepu Hernández (PSOE) y Javier Ortega Smith (Vox), además de la concejala de Cultura, Andrea Levy. El alcalde tomó la palabra, de nuevo reclamando responsabilidades a instancias superiores: “Que no haya carbón esta noche”, pidió, en atención a los sacrificios de los niños en el año del confinamiento. En representación del trío real intervino Melchor, con palabras de reconocimiento al personal sanitario por sus esfuerzos contra la COVID-19, a las fuerzas de seguridad y a los abuelos, el grupo más castigado por el virus. “Gracias a todos de corazón por vuestra bondad”, terminó.

El fin del acto dio paso a la toma de fotos de grupo. Melchor bromeó con Almeida: “Yo soy de Oriente, pero viva el Atleti”. Después emplazó a los presentes a irse a la cama “rapidito”. El alcalde bajó a atender a los medios. Un periodista señaló: “En realidad no ha sido una cabalgata”, a lo que el regidor replicó: “Ha sido un recibimiento. En un año distinto, también los teníamos que recibir de forma diferente. Un asesor le felicitó al rato por la respuesta: ”Muy bien, muy bien, buena improvisación“.

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