Aparecen decenas de carteles con el lema “Este árbol no se tala” frente a las obras del Santiago Bernabéu

Las obras para excavar dos aparcamientos previstos junto al Santiago Bernabéu están a punto de comenzar y los suelos de los alrededores del estadio han empezado a ser marcados con spray fluorescente, para señalar los lugares por donde deberán empezar a trabajar las máquinas. Su presencia llama la atención a lo largo de un tramo importante de la calle Padre Damián.

A la vez que estas pinturas, han aparecido carteles con el lema “Este árbol no se tala”, colocados sobre los troncos de los plátanos de sombra amenazados por la motosierra. Los han puesto vecinos y comerciantes de la zona, movilizados contra la construcción de estos parkings que serán cedidos por el Ayuntamiento al Real Madrid para su explotación durante los próximos 40 años.

“Los vecinos, comerciantes y colegios vamos a oponernos a que se talen los árboles de las calles próximas al Bernabéu para construir dos macroaparcamientos y un túnel delante de 3 colegios con más de 5.000 niñas y niños”, explican a Somos Madrid los responsables de la acción.

La oposición del barrio a los aparcamientos privatizados que pidió el Real Madrid al Ayuntamiento la comanda la Asociación Iniciativa Vecinal en defensa del medio ambiente y contra el túnel en Paseo de la Habana-Padre Damián. Sus miembros vigilan todos los días los árboles desde que el pasado sábado aparecieran las marcas de pintura amenazando cada tronco de Padre Damián.

En paralelo, la asociación ha denunciado las pintadas ante la Junta de Chamartín porque cree que no están amparadas por ninguna actuación autorizada por el Ayuntamiento de Madrid, ya que la concesión de los aparcamientos no ha sido hecho pública ni el contrato firmado con el Real Madrid.

El equipo de Almeida tiene previsto entregar al club blanco la explotación de dos aparcamientos públicos bajo la calle Padre Damián y el paseo de la Castellana. Con más de 2.000 estacionamientos, sendas infraestructuras las pidió el club de Florentino Pérez para completar sobre suelo público la remodelación de su estadio. El área de Movilidad convocó un concurso para legalizar la operación, al que solo se presentó una empresa llamada Real Madrid Estadio SL, propiedad de los de Chamartín.

Con la adjudicación del concurso, Almeida y su equipo entregan durante 40 años la gestión de dos aparcamientos con más de 2.000 plazas (incluidas varias dársenas de autobuses) a cambio de un canon anual de 150.000 euros. El área de Movilidad ha sumado también un pago en especie para construir un túnel bajo Padre Damián por 11,7 millones, pese a que abrirlo no sería necesario si no se excavaran los parkings pedidos por el Real Madrid. De regalo, además, se concede al club blanco la explotación de 20.000 metros cuadrados de espacio público en torno al Santiago Bernabéu. Las cuentas del equipo de Florentino indican que facturará unos 470 millones de euros.