Osteoporosis en adultos (y no tanto): los 10 mitos sobre esta enfermedad infradiagnosticada
Respuestas y consejos. Por la psicóloga Mónica Manrique. Lee todos sus artículos en este enlace
Consejo negativo o vía negativa “en teología y filosofía, significa centrarse en lo que una cosa no es, en una definición indirecta, considerada menos propensa a falacias que la vía positiva. En términos de acción es una receta sobre lo que debemos evitar, lo que conviene no hacer; la sustracción –no la adición– funciona mejor en ámbitos con efectos secundarios exponenciales e impredecibles. En medicina, lograr que alguien deje de fumar tiene menos efectos adversos que darle pastillas y tratamientos varios” (Nassim Nicholas Taleb, Dejarse la Piel, 2019). “Lo bueno no es tan bueno como la ausencia de lo malo”, Ennio, repetido por Cicerón y citado por Taleb.
Desde la psicología y la ética quiero utilizar este método para explicaros lo que es mejor que no hagamos por el bien de los demás. Ya conoces la máxima “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Es un principio muy básico pero en casi todos los contextos funciona. A mí solo se me ocurre uno en el que no.
Muchas veces contamos nuestros problemas con la única intención de sentir que nos escuchan y nos comprenden. No buscamos un consejo que nos solucione la vida. Igual solo necesitamos un abrazo.
Pero hay ocasiones en las que una amiga, un familiar, o nuestra pareja nos cuenta sus problemas y se apodera de nosotras/os la imperiosa necesidad de darle un consejo que le ayude a resolver la situación. Como si lanzara la responsabilidad de sus problemas sobre nuestros hombros y diéramos por hecho que nos está pidiendo un consejo.
Por ejemplo, si una amiga tuya se queja siempre de su novio, tal vez no sea buena idea decirle:
- “Déjale, es un capullo”.
Porque la traducción simultánea en su cabeza puede ser: “Parece mentira que no seas capaz de dejarle, no tienes ninguna dignidad al dejarte tratar así. Yo que sí me valoro a mí misma le mandaría a la mierda”.
Cuando damos un consejo sin que nos lo pidan realmente estamos haciendo una crítica. Como consecuencia la persona que recibe el consejo se sentirá ofendida, incomprendida y poco valorada por ti. Y, probablemente, con menos fuerzas de dejar “al capullo”. Si una persona está en esta situación lo sabe, no necesita que le abras los ojos. Puede que sea víctima de violencia de género y/o puedes estar desencadenando el “Efecto Romeo y Julieta”.
Pero aunque te pidan el consejo, también es mejor no darlo, porque es muy probable que no tengamos los conocimientos y las habilidades necesarias para hacelo bien y consigamos empeorar las cosas en lugar de ayudar. Oscar Wilde lo resume muy bien: “Con las mejores intenciones se obtienen, la mayoría de las veces, los peores efectos”.
Aquí os dejo una lista de consejos por vía negativa, donde te aconsejo lo que no hay que hacer. No está ordenada ni es exhaustiva, si bien casi todos entran dentro de la categoría “no des un consejo si no te lo piden, y si te lo piden, tampoco”.
Si te ocurren más consejos en negativo déjalos en los comentarios. Muchas gracias. Y, sobretodo, recuerda: “Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar” (Manuel Azaña)
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