El bar Lozano se queda en Malasaña

La renta antigua no se llevará uno de los bares tradicionales con más solera de Malasaña. El Lozano, ubicado en el 14 de San Joaquín, ha sobrevivido a la ley Boyer que ponía punto final este 31 de diciembre de 2014 a los contratos de alquiler de locales sine díe.

La propiedad del bar de comidas y bebidas ha llegado a un acuerdo con su arrendatario para continuar en el mismo lugar, después de una importante campaña de movilización de sus clientes y simpatizantes, que el pasado martes lo tomaron como punto de partida del Taska Tour, un recorrido por los bares de antes organizado por Gentrisaña, que también quería ser un homenaje y un acto de defensa de este tipo de establecimientos.

El Lozano es un bar de los de fotos de plato combinado en la pared, parroquiano de largo recorrido y plancha muy amortizada. Llegaron a la calle en 1975 y desde entonces han servido muchas cañas, muchos minis a estudiantes de la zona y muchos bocadillos a distintas generaciones de noctámbulos malasañeros, además de contar con curiosas ofertas como el 5x6 de hamburguesas o la tortilla gratis por el consumo de 25 minis de calimocho.

En 2012 David Álvarez e Ivar Muñoz-Rojas entrevistaban a José Villamayor, del bar Lozano, en el premonitorio cortometraje documental ‘La muerte del bar español y la invasión del plato cuadrado’. En las últimas semanas, los homenajes se habían sucedido en internet e incluso algunos publicaron manifiestos de apoyo en sus redes sociales.

Para celebrar su permanencia, el bar Lozano invitará a roscón de reyes a sus clientes este 5 de enero. Aunque el mejor regalo es el de permanecer como centro de encuentro, de charlas y de oasis viejuno dentro de la estética hipster que ha tomado los alrededores de la plaza de San Ildefonso.