El pleno del Ayuntamiento refrenda la decisión del PP de no construir un centro sociocultural en San Bernardo 68
El centro sociocultural de San Bernardo 68, o la ausencia del mismo, llegaba este lunes como tema al pleno del Ayuntamiento de Madrid. Lo hizo como proposición presentada por el grupo municipal socialista en la que se instaba a que continuara el plan del anterior gobierno municipal de situar dicho centro en las plantas superiores del edificio que actualmente usan bomberos y samur, en la esquina de las calles Palma y San Bernardo. Finalmente, no será así, dado que la propuesta ha sido rechazada con los votos de PP, Ciudadanos y Vox.
Los distintos grupos que sostienen el actual gobierno municipal han dejado claro lo que el mismo concejal popular del distrito Centro, José Fernández, transmitió hace dos semanas en una entrevista concedida a Somos Malasaña, y que reiteró en persona a representantes vecinales de SOS Malasaña en el encuentro que sostuvo con estos el pasado jueves: la decisión de trasladar el centro sociocultural previsto en San Bernardo 68 era irrevocable y en su lugar se habilitarán oficinas que acogerán a trabajadores del área de Deportes del ayuntamiento.
A cambio, el PP ofrece espacio dentro del centro cultural Conde Duque como alternativa de ubicación del prometido centro sociocultural que daría servicio, sobre todo, a los barrios del norte del distrito. Esa alternativa, en el mejor de los casos, no será una realidad hasta el año 2021, tras el pertinente periodo de aprobación, licitación y ejecución de un nuevo proyecto, cuya concepción ha sido asumida de forma unipersonal por el nuevo concejal de Centro.
Así pues, representantes de los movimientos vecinales del barrio de Universidad, en concreto de la Plataforma Maravillas, que habían asistido a la sesión plenaria para seguir en directo la discusión sobre este tema, vieron cómo el objetivo por el que han venido luchando desde hace años se alejaba en la votación sobre lo que fue el último punto del día que se abordaba en el pleno y donde tuvieron, además, que escuchar de boca de José Fernández afirmaciones tan rotundas como una en la que, para argumentar el rechazo a la ubicación en San Bernardo 68 del espacio sociocultural que se precisa y en respuesta a los grupos políticos que le habían instado a escuchar el sentir del vecindario, dijo: “No queremos instituciones populares de resistencia en espacios municipales que son para todos los madrileños”.
De la “incoherencia” de Cs a la firmeza del PP
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La propuesta fue presentada y defendida en el pleno por la concejal socialista Mar Espinar y su redacción, según ella misma, era idéntica a la presentada hace dos años por el grupo de Ciudadanos en el pleno de la Junta de Centro. La formación naranja luchaba por aquel entonces por conseguir exactamente lo que hoy ha acabado rechazando. En ese sentido, las tintas de la socialista cargaron contra los representantes de este partido: “La incoherencia de Ciudadanos rompe la barrera del sonido de lo indefendible. Mantienen una estrategia veleta y desesperante. ¿Cómo es posible que un grupo municipal encabece en 2017 una iniciativa sensible con el sentir vecinal y dos años más tarde defiendan un plan totalmente distinto? La coherencia se convierte en nuestra reputación”, espetó Espinar a las concejalas Miranda y Villacís. “Hoy he traído al pleno la misma proposición que presentó Ciudadanos hace dos años en la junta de Centro. Votar contra ella demuestra que ustedes no pintan nada en el gobierno municipal. Aqui pinta el PP y Vox”.
Seguidamente, el PSOE pidió a todas las fuerzas políticas más respeto a los madrileños, recordando que el proyecto de San Bernardo 68 surgió de la voluntad de vecinos de Malasaña, canalizada a través de unos presupuestos participativos en los que su idea logró el suficiente respaldo popular para que prosperara. “Debemos respetar el proyecto vecinal. Es una idea bonita que se está ejecutando. Aprendamos de las personas a las que representamos. No olvidemos que son nuestros jefes. La gente quiere una cosa y ha luchado por conseguirla”, argumentó en vano Mar Espinar.
Por su parte, el PP, en boca del concejal del distrito Centro, José Fernández, anunció su oposición a la propuesta argumentando que la construcción del proyecto de centro sociocultural no estaba lo suficientemente avanzada y echando mano de un plan para la “racionalización de los espacios destinados a oficinas”, que habría hecho el PP. Dentro de ese plan, el nuevo gobierno dice apostar por trasladar las oficinas de la concejalía de Deporte al espacio del edificio de San Bernardo 68 que se estaba habilitando como centro sociocultural.
“Con este movimiento vamos a ahorrar 3,4 millones de euros de alquiler en 4 años”, argumentó Fernández, quien, por otra parte, dijo reconocer que existe una necesidad de espacio dotacional en Universidad-Malasaña, para lo que ofreció como alternativa situarlo dentro del centro cultural Conde Duque, concretamente en los 1.100 m2 que el anterior consistorio tenía planeado dedicar a una cafetería, un coworking y un escenario para actuaciones.
Llegado su turno, Vox justificó su oposición a la propuesta calificando de “proyecto de la izquierda radical” el centro defendido por el PSOE y añadiendo que sólo un 2% de los 35.000 habitantes del barrio de la Universidad fueron los que votaron a favor del mismo en la consulta realizada a través de los presupuestos participativos.
En el turno de Más Madrid tomó la palabra el ex concejal presidente de Centro Jorge García Castaño, quien comenzó su intervención recordando muchos de los espacios municipales que anteriores gobiernos municipales del PP habían “malvendido” en la zona de Universidad y que bien podían haber acogido ahora a los funcionarios que el PP quiere trasladar a San Bernardo 68. García Castaño también recordó que en la etapa de Carmena como primera edil su gestión redujo “de 45 millones a la mitad el gasto en alquileres” del ayuntamiento para oficinas municipales, dato con el que quiso dejar en evidencia la excusa del recorte en la misma partida que blanden los populares como razón para tumbar ahora la propuesta socialista.
Al mismo tiempo, Castaño rechazó la viabilidad de Conde Duque como alternativa al mencionado espacio y rompió una lanza en favor de “escuchar al movimiento vecinal de Malasaña”, al que calificó como bien organizado y sensato. Recordó que fue ese mismo movimiento el que hizo rectificar a su mismo grupo hace dos años, cuando también pensó ubicar oficinas municipales en el mismo lugar donde quiere hacerlo ahora el PP y sus socios de gobierno.
Por último, Mar Espinar quiso hacer ver que tanto a Vox como al PP lo que les preocupaba mucho de su propuesta era que el plan de crear un centro “cívico-cultural” en San Bernardo 68 hubiera partido en su día de una “iniciativa vecinal”.
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