Todos los centros educativos de Tetuán tienen un local de apuestas cerca

Situémonos por un momento a las puertas del Instituto Nuestra Señora de la Almudena, localizado en el interior de la tetuanera Plaza de la Remonta. Atravesemos la plaza y salgamos de ella, naturalmente, por la calle Bravo Murillo. En uno de los primeros carteles con que se topará tu vista, en la acera de enfrente, pondrá Nevada; si tuerces a mano izquierda, en dirección a Plaza de Castilla, uno y dos, en pocas decenas de metros pasarás por sendos locales de apuestas; pero si, en cambio, decides bajar en la otra dirección tampoco tardarás en dejar otro enfrente –con el evocador nombre de El Dorado– y encontrarte con otro de grandes dimensiones en los bajos del bingo Versalles. Hasta este último punto, los alumnos de nuestro instituto solo habrán tenido que caminar 350 metros. Y hemos nombrado cinco locales de apuestas.

Según un estudio presentado recientemente por los investigadores del European University Institute de Florencia Mar Cañizares Espadafor y Sergi Martínez, existe una correlación entre la reducción del rendimiento escolar y la cercanía de casas de apuestas a los centros educativos, especialmente acusado en los barrios de menor renta. Para su informe, han utilizado datos de la ciudad de Madrid y han fijado la distancia mínima razonable en 500 m., comparando los datos de la la EvAU (Selectividad) antes de que se abriera el local de apuestas, nada más abrir y el año posterior.

Los números que han encontrado son contundentes: la nota cayó un cuarto de punto (0,25 sobre 10) con la apertura de locales de apuestas en la cercanía de los institutos, descenso que es mayor si se introduce la variable de clase (en los colegios públicos de barrios por debajo de la media de ingresos la bajada es de medio punto).

El estudio viene a contradecir uno de los argumentos recurrentes del sector del juego: que no existe evidencia científica acerca de los efectos sociales perjudiciales en los alrededores de las llamadas casas de apuestas.

Los 500 metros considerados para el estudio citado son los que en Madrid reclama la FRAVM y también la distancia mínima declarada permisible en algunas comunidades autónomas, como Cantabria o Murcia. El propio Ayuntamiento de Madrid aprobó en Pleno instar a la Comunidad a incluir el medio kilómetro en su reglamento sobre apuestas en enero de 2020, pero en nuestra comunidad autónoma sigue con la distancia que se fijó en 2019, de solo 100 metros. Se permitió, además, una prórroga de diez años para los locales situados hoy a menor distancia.

La invasión delocales de apuesta es un problema muy presente en Tetuán, que ha llevado a que se organicen distintas manifestaciones contra su presencia en el distrito durante los últimos años. Suma y sigue, en el último festival Tetuán de cine, que tuvo lugar durante el pasado mes de octubre, se organizó un debate sobre el problema tras el visionado de la película El jugador, de la directora Azucena Rodríguez. Y no es de extrañar la preocupación, transversal a distintas asociaciones y generaciones: el distrito acumula casi una cuarentena de locales de apuestas, la mayoría en la calle de Bravo Murillo y muy cerca de colegios e institutos.

“En realidad, sin necesidad de llegar a los 500 metros (tomando como referencia los 400, o quizá 300), no hay ningún centro educativo en todo Tetuán que no tenga un local de apuestas a esa distancia”, cuenta Gonzalo, de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos Tetuán, que ha echado muchas horas a analizar el fenómeno desde la asociación y la FRAVM.

En opinión de Gonzalo, la instauración de locales de apuestas ha seguido distintas fases: “primero hubo una barra libre, de apertura masiva, hasta más o menos 2018. En ese momento se instalan unas 400 en Madrid, 800 en la Comunidad. Lo que sucede en 2019 es que ellos mismos piden seguridad jurídica: ya no caben más, no hay negocio para tantos y necesitan asegurar su rentabilidad. Además, son conscientes de que tienen un problema de imagen y creen que puede establecerse una regulación estatal restrictiva. Es entonces cuando llega la moratoria de 2019 por parte de la CAM, con el límite insuficiente de los 100 metros y la trampa de una década de prórroga. Es una concesión a la patronal del juego, que es prácticamente un duopolio (Sportium-Codere) disfrazada de restricción ”.

Tetuán, nos recuerda Gonzalo, tiene 38 locales de apuestas, mientras que en toda Barcelona hay 53. España es el tercer país del mundo con más ludópatas tras Perú y Filipinas, países cuya ciudadanía está muy representada en sus calles. Este es un cóctel que tiene enfadados a muchos vecinos, que además vieron como durante la pandemia y la moratoria aun se abrieron algunos locales nuevos por las licencias pendientes de tramitar. Y todas ellas tienen un centro escolar de algún tipo en sus cercanías.