No solo Golpes Bajos: una lectura de 'Colecciono moscas' de Antonio Marín Albalate

Absolutamente desbaratada, impulsiva, plagada de recuerdos, con tono enciclopédico en ocasiones, real, amable y, sobre todo, verdadera. Es la forma en la que Antonio Marín Albalate cuenta la vida de Germán Coppini, líder de los míticos Golpes bajos, en Colecciono moscas, una biografía sui géneris que ha aparecido en la Editorial Milenio en el pasado 2020.

Albalate, poeta, escritor de canciones, dandi desprejuciado y único, esgrime su mejor arma, la palabra, en este libro que quiere ser, sobre todo, una carta de amor filial a Coppini, un músico de culto con una carrera en solitario que llega, para el autor, mucho más lejos que la sombra de Golpes Bajos y Siniestro Total.

Lo primero que demuestra Albalate, metido desde siempre en la movida musical con sus relaciones con Serrat, Ramocín y tantos otros, es que en esa cabeza suya no solo habitan los poemas y el surrealismo: la suya es una computadora de cifras, datos y recuerdos que casi podría lanzar sobre la mesa en forma de libro de texto. 

Y es que Antonio Marín Albalate enhebra cada una de las etapas de la vida musical y personal de Coppini con datos precisos fruto de un conocimiento minucioso de la historia de su amigo, así como de un trabajo profundo de documentación y entrevistas con familiares y amigos del vocalista.

Más allá de ello, y aunque en ocasiones el continuo aporte de datos pueda resultar inabarcable, en Colecciono moscas Albalate traza una biografía más sentimental que objetiva, más carnal que analítica, que fluye con vida propia sobre el papel.

Desde antes de Coppini.

Con prólogo de Jesús García Gil, el trabajo de Albalate comienza por la propia historia musical de este país. Y es que la Movida y lo que el autor llama la preMovida fueron fundamentales caldos de cultivo para que la personal voz de Coppini comenzara a tomar forma. 

Por eso Colecciono moscas no es tan solo una biografía del cantante. A propósito de su propia evolución, Albalate aprovecha para mostrar al lector una vida intensa y rica en matices, como los colores de un caleidoscopio, que es nuestra historia cultural desde los años 80. 

Caben en este libro las efímeras historias de los grupos que hicieron su propia Movida desde Murcia y Cartagena, como los clásicos Farmacia de Guardia, Asesinos a sueldo o Azul y Negro. También otras digresiones que llevan a lector al análisis de trabajos de Patxi Andion, la música latinoamericana, el cómic, la poesía, la ilustración o la radio.

Y es que Coppini, ese ser “ilusionante, generoso como nadie” ha marcado visiblemente con su amistad la vida de Albalate desde que lo conoció en 2008, en la última etapa de la vida de la voz de Golpes Bajos.

Discografía escrita: canción a canción

Entre recuerdos, entrevistas a familiares, retazos de la vida de Coppini y otras muchas cosas que forman parte de Colecciono moscas, destaca una buena parte central del libro, dedicado al repaso cronológico y exhaustivo de los trabajos discográficos de Germán.

Este es, sin duda, el mejor homenaje que Antonio Marín Albalate puede hacer a su desaparecido amigo: una discografía escrita en la que el autor del texto analiza, canción a canción, los títulos, referencias, homenajes más o menos evidentes y el vuelo lírico de todas y cada una de las canciones a las que Coppini puso voz.

Un repaso profuso, para degustar poco a poco y, si es posible, con la escucha de los distintos temas que Coppini popularizó como La fiesta de los maniquíes, Malos tiempos para la lírica, No mires a los ojos de la gente o Alien divino.

También hay lugar para colaboraciones, proyectos experimentales... Toda una vida entregada a la música hasta las últimas consecuencias.

“No soy una sombra”

Albalate repite una y otra vez una sentencia a lo largo del libro: Coppini no era solo la sombra de una estrella fugaz con la forma de la voz de Golpes Bajos. El artista, defiende el escritor cartagenero, es una de esas voces singulares de nuestra música y su obra ha pasado inadvertida por un único motivo: una apuesta absoluta por la libertad.

Porque como se destaca en Colecciono moscas, Coppini siempre se ha movido en lo musical (y en lo personal) con el objetivo de responder sus deseos creativos, más allá de los gustos del público o las presiones del mercado. Y eso le ha convertido, a ojos del público mayoritario, en una sombra siempre presente, pero apenas perceptible.

Algo que todas las voces que participan en este libro critican al coincidir en reivindicar la discografía de Coppini. 

Homenaje en forma de poemas

Coppini vive en las páginas de Colecciono moscas a través de este concienzudo y anarquista trabajo de Albalate; un homenaje hermoso que, no podía ser de otra manera, incluye cinco poemas que el cartagenero escribió a la muerte de su amigo, de la voz, del artista:

Malos tiempos para la lírica

sin la luz de tu voz alumbrándonos.

Duros y difíciles días

sin otro argumento que la sombra

larga donde se lamenta la vida

de quienes contiguo fuimos y fueron.

Extraño mundo sin tu presencia.

Raro todo, muy raro después después de la lluvia.