Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Al principio parecía una buena idea

Fotografía cedida hoy por la Universidad de Sao Paulo (USP) que muestra una de las cartas escritas en tupí antiguo. EFE/USP

0

Queridas personas, en el número indeterminado pero seguro escaso que seáis: os escribo de nuevo desde mi cornisa, junto al limonero que tengo en una maceta; frente a mí se extiende mi ciudad, Murcia, con sus edificios apiñados allá en el centro y dispersos en la periferia, salpicada de fumarolas y arboledas y ensuciada por el ruido atronador de una gran artería de tráfico que pasa muy cerca de mi casa. A lo lejos, los sinuosos perfiles de Sierra Espuña; a la izquierda, los de Carrascoy y El Valle. Encima, el cielo azul y cristalino del otoño murciano. Desde este mismo lugar, hace ya más de dos meses, anuncié una nueva sección para el ‘Murcia y aparte’ de eldiarioes Región de Murcia, una sección que, en mi cabeza, parecía una buena idea: combinaba por un lado la opinión, género al que ya me venía dedicando en los últimos tiempos, y la entrevista, el otro género que también he cultivado muy de vez en cuando desde que abandoné la dirección de este diario digital. Así, opinión y entrevista se mezclaban por medio de lo que antiguamente se denominó como ‘género epistolar’. Sin embargo, cometí un fatal error de cálculo: anuncié mi idea antes de gestionar alguna entrega; antes de asegurar y de cerrar algún personaje con el que empezar. Sí que es cierto que tenía uno en mente bastante cercano y a la vez relevante, pero mi propuesta llegó después de haber anunciado la sección, y cuando contacté con él y le expliqué, esperé pacientemente una respuesta.

Al mismo tiempo elaboré un pequeño listado de personalidades a las que proponerles este juego; gente del mundo de la comunicación, del periodismo, del cine, de la cultura o de la política, pero siempre de ámbito nacional. Y en vista de que mi primera y cercana opción tardaba en responder, opté por empezar a tocar otras puertas. Como digo, no quería que fueran personalidades de la Región de Murcia, y quería poder plantearles asuntos muy variados de interés general y también cuestiones relativas a nuestra tierra, teniendo de ese modo el aliciente de contar con una visión ajena y no influenciada por nuestra realidad cotidiana. En definitiva, que tenía ideas y ganas de escribir, y ganas de que me escribiesen de vuelta, y de enseñaros el resultado. Un resultado que, insisto, en mi cabeza parecía una buena idea. Humildemente, de verdad pensé que el resultado de este juego podía resultar fresco y agradable; al menos, diferente al tipo de contenido audiovisual tan en boga últimamente, de largas charlas en directo a través de Twitch o YouTube, ya sea delante de una cerveza o de un videojuego. Además, confiaba en mi inspiración, lo cual es una osadía por mi parte. Pero además, y aquí está mi gran error, confiaba en que no me iba a costar convencer a algunos personajes, especialmente al primero, y que, a partir de él, y de ellos y ellas, luego sería fácil que otras personalidades se fueran sumando.

Pues bien: la respuesta a mi primera propuesta, la que le lancé a ese personaje relevante y más o menos cercano (es decir, accesible para mí), nunca llegó. Relativa decepción. Y del listado que he referido anteriormente, os cuento: lo integraban una periodista veterana y admirada por mí, una escritora de éxito, una divulgadora de ciencia, una actriz de las que más me gustan actualmente, un afamado cómico y presentador de televisión, dos periodistas y escritores veteranos también muy admirados por mí, otro periodista y habitual contertulio de radio y televisión, y dos expolíticos (exrepresentantes públicos), uno de ellos de ámbito estatal y el otro de una comunidad autónoma. Todas y todos ellos recibieron mi propuesta. Y aquí viene lo bueno: dos no respondieron nada jamás (la actriz y el cómico y presentador televisivo), como el primero. Suman tres, por tanto. Otras tres dijeron que gracias, pero que no: la periodista veterana por falta de tiempo, al dedicar todos sus esfuerzos a dar clases e impartir algunas conferencias; otra, la escritora, por motivos personales más que comprensibles; y otra, la divulgadora de ciencia, porque a su pregunta de si le iba a pagar, le dije que no, que eso no iba a poder ser (pagar por una entrevista, ya que esto no dejaba de ser una entrevista por escrito, es algo que no concibo).

Otro de los personajes a los que escribí, exrepresentante político autonómico, dijo que gracias pero que no lo tenía muy claro, y que tal vez lo podía intentar (fue muy amable y entendí a la perfección sus razones); otros cuatro dijeron que sí pero no volvieron a dar señales de vida: hablo de los dos periodistas y escritores veteranos, del periodista y contertulio, y del exrepresentante político gubernamental. Después de escribirles varias veces, sólo uno dijo que sí a la primera y con gran entusiasmo, pero luego las semanas pasaron, le volví a preguntar, me dijo que necesitaba tiempo y ya no respondió más.

Toda esta explicación os la doy, en primer lugar, por respeto a la directora de este medio; también por respeto y deferencia al propio medio, que yo mismo puse en marcha con todo mi esfuerzo e ilusión hace años; y por último, por deferencia para con las pocas personas que me leen o me han leído en el pasado, para que veáis que lo he intentado y que le he dedicado tiempo a intentar que saliera adelante.

¿Qué más puedo decir? La gente afirma que no tiene tiempo, especialmente para aquello que no les apetece hacer, como es lógico. No esperaba que me costase más encontrar personas dispuestas a este juego que a ser entrevistadas a la manera clásica. Y resulta que me siento ya mayor para insistir y para esperar. Cuando era más joven y lo tenía todo por hacer, no echaba cuentas, pero ahora no me veo en esa tesitura, y mi amor propio, sin ser desmesurado, es algo mayor que hace quince o veinte años. No es que tenga el ego muy desarrollado, pero sí tengo la suficiente autoestima como para no estar insistiendo tanto. ¿Qué necesidad hay? Pues ninguna; la misma que tienen estos personajes, u otros a los que pudiera haberles propuesto mi iniciativa, de decir que sí y de dedicarme a mí y a las personas que leen este diario digital su valioso tiempo. No tenemos otro tesoro que el tiempo y debemos administrarlo bien. Y al igual que las personas con las que he contactado, yo también aprecio mi propio tiempo. Durante estas semanas de emails, mensajes, propuestas, cartas (alguna he llegado a escribir, que jamás conocerá la luz ni una respuesta) y tras tantas semanas de espera, he oxigenado algo la mente. Así que, si a la directora de eldiarioes Región de Murcia le parece bien, volveré a los artículos de opinión pura y dura, por si alguien quiere emplear unos minutos en leerlos. Ya sabéis: tengo el propósito de que no encontréis lugares comunes en mis textos; que no me leáis populismos, sensiblerías o postureos ‘chachis’ que identifico en otras y otros opinadores de esta región y en los que, no lo niego, quizá alguna vez también yo habré caído. Así pues, dejaré de lado esta sección nonata, la de cartas con respuesta, esa que en mi cabeza parecía una buena idea. Os pido disculpas por la promesa incumplida y nos leemos muy pronto.

Sobre este blog

Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Etiquetas
stats