Las elecciones con las sensaciones de antes de un partido champions. ¿Sería posible el empate, la victoria? Demasiadas encuestas en contra. Empache de encuestas con intención política, nos vino a contar Juliana con su acertado análisis. El ruido demoscópico y la carta de ajuste italiana no ha funcionado. No es lo mismo opinión pública que opinión publicada y en España tenemos un problema con algunos medios y las encuestas que proyectan resultados.
Sánchez, ni pijo, ni quinqui, revalida su posición. Gana dos escaños echándose el partido y la campaña a sus espaldas, pero lo tiene difícil para gobernar. Junts, pierde votos y un diputado, pero se torna central para no repetir elecciones, de hacerlo es posible que perdiese todavía más. Dicen que no son racionales, pero en un marco como el que viene la cosa pinta difícil. Repetir elecciones complicado; a las autonómicas catalanas les queda un año con ERC con el botón; una amnistía imposible sin pasar por el Congreso, y para que exista indulto tiene que haber condena. Con la sangría actual, el éxito de Bildu (con una posición distinta) y el cambio de aires europeo – el giro a la derecha – aventurarse en un bloqueo o lo de autodeterminación no parece la mejor idea. Lo de cuanto peor mejor de Junts, no sé si es lo más acertado, pero cualquier cosa es posible.
La legislatura que comienza va a ser difícil, los tiempos mandan: elegir presidente o presidenta de la cámara será el primer envite, el 17 de agosto o por ahí, tras él vendrá lo demás: las entrevistas para formar gobierno en realidad son para elegir la mesa, la bóveda del sistema, a mayoría absoluta en primera ronda a simple en la segunda. Ahí veremos por dónde van los tiros. El juego está en la mesa. Nos podemos encontrar con meses de gobierno en funciones o un acelerón que nos lleve en diciembre a elecciones. No está claro si para entonces el PP no habrá implosionado llevando a Isabel Díaz Ayuso de candidata. Lo del traje rojo no se le escapó a nadie. Miguel Ángel Rodríguez sigue jugando sus cartas y quiere volver a la Moncloa.
La situación nacional tendrá efectos en Murcia. Los que creyeron en la mayoría absoluta del PP y abogaron por ella tendrán que envainársela y los que han entendido que es una democracia parlamentaria cuando gobiernan con menos escaños que el ganador – en Murcia lo hemos visto en reiteradas ocasiones – dirán ahora que tiene que gobernar la lista más votada. La ley del embudo. Lo curioso será leer a quienes piden con la boca grande un gobierno de coalición, pero no apoyarán a Sánchez en sus demandas para desbloquear el Consejo del Poder Judicial. En el fondo, lo de siempre de centro centralista y España es otra cosa, autonómica y federal. Las alianzas no son entre las izquierdas, ¡cuidado!, sino entre los que creen en la autonomía y los que no.
Entre tanto, el 23J ha pasado y tenemos que elegir los senadores autonómicos. Ahí se verá parte del percal y no es moco de pavo. La victoria en el senado del PP, no nos puede hacer olvidar la entrada en el Senado del PSOE. El control del PP del Senado hará que el Congreso tenga que votar dos veces con enmiendas, recuerden que excepto para el techo de gasto – se repetirá aquella historia. -, el Senado es cámara de reflexión que no de veto.
Vox no sabe si pedir la luna o conformarse con mirar el gobierno del Partido Popular con las sobras y desde fuera. Se acabaron las mociones de censura y presentar recursos de anticonstitucionalidad. El batacazo de Vox es una baza para la negociación, no le interesan más elecciones. ¿El PP murciano querrá repetir elecciones? Síntoma de fuerza. De momento negocia a la baja, un senador y una vicepresidencia que está en su mano, hay que leer más el reglamento. Cuidado, las elecciones las carga el diablo, aunque la esperanza sea que caiga Vox. No sería extraño.
Entre tanto en la otra orilla, Podemos ha empezado a pedir lo suyo. En el reparto desde Madrid a Murcia le tocó Podemos, aunque los votos sean de Sumar y los de Podemos no quieran reconocerlo. Las cosas como son. Campaña incomprensible. Han forzado las costuras hacia dentro y hacia fuera. Hacia fuera confrontando con el que será después tu socio de gobierno haciendo cábalas irreales de lugar de donde saldría el escaño, el miedo a quedarte sin nada. Atribuirte el éxito de la entrada en el debate de las relaciones de Feijóo es cómico y demuestra una incomprensión de lo que sucede. Murcia se parece a España: determinadas cosas no existen hasta que no salen en los periódicos internacionales y es lo que pasó: la presión europea e internacional. Aquí hay mucho en juego y Europa también mueve piezas. Hacia dentro haciendo caso omiso a quienes son tus socios y han puesto los votos, a ver cómo hacen las listas si repetimos elecciones. No llegará la sangre al rio si alguna llega a ministra. En Murcia habrá que preguntarse: ¿por qué no vino Yolanda? Cuidado con las quejas, lo mismo las autonómicas y las nacionales coinciden.
0