Investigan a la compañera de celda de la presa fallecida en la cárcel de Pamplona
La Policía Nacional detuvo a las pocas horas a la compañera de celda de la presa fallecida por causas desconocidas en la madrugada del 8 de noviembre en la cárcel de la capital navarra, el único centro penitenciario de la comunidad foral. Los hechos, que están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción nº 2 de Pamplona y que se encuentran bajo secreto de sumario, trascendieron este jueves tras la denuncia realizada por la asociación Salhaketa Nafarroa, que criticó la ausencia de guardias médicas las 24 horas dentro de la prisión y una supuesta demora en la intervención sanitaria que, según apuntas fuentes internas a este periódico, no fue tal.
Según relatan dichas fuentes, la presa detenida se encontraba dentro del Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS) y era su compañera fallecida la encargada de darle apoyo. Alrededor de las 3:00 horas, la primera alertó por el interfono a los funcionarios del centro de una incidencia en la salud de la otra reclusa. Hasta que abrieron la celda, apuntan, trascurrieron tres o cuatro minutos, el tiempo que tardaron en reunirse al jefe de servicio y al funcionario del módulo para abrir entre ambos la celda. Tras percatarse del mal estado de salud de la reclusa, el responsable llamó a los servicios sanitarios del 112, que no tardaron más de 20 minutos en acudir al centro penitenciario y no pudieron hacer nada finalmente por salvar su vida. Las dos horas de dilación posterior, aclaran, corresponden al espacio de tiempo que llevó la actuación de la Policía Judicial y el posterior levantamiento del cadáver. Al parecer, el cuerpo no presentaba signos de violencia y se está a la espera de conocer los resultados de la autopsia.
Así, para “sorpresa” del centro, añaden, la compañera de la fallecida fue detenida en la noche del lunes en el marco de la investigación y devuelta a la prisión el jueves, 72 horas después, que es el plazo máximo contemplado por la Ley de Enjuiciamiento Criminal para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos. Según precisan estas fuentes, no consta ninguna notificación que atribuya cargos ni imputación de un posible delito de homicidio. El caso está abierto y que se encuentra bajo secreto de sumario.
A este respecto, el titular de Justicia y Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra, Eduardo Santos, ya pidió “prudencia” hasta conocer los resultados de “una investigación judicial en curso, con una autopsia que determinará cuáles son las causas concretas de la muerte”. Hasta entonces, manifestó “no se pueden arbitrar conclusiones”. El máximo responsable de este departamento anunció además la convocatoria “en próximas fechas” de la Comisión Mixta de Sanidad Penitenciaria “para ver qué medidas concretas” se pueden “arbitrar para mejorar la atención y prevenir situaciones como la que se ha producido”.
Los hechos han sucedido dos meses después de que el Gobierno de Navarra asumiera la competencia de la sanidad penitenciaria de la única prisión con la que cuenta la comunidad foral. Desde que esto ocurriera, la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del personal médico encargado de la salud de los reclusos ha aumentado de tres a cuatro. Esta atención actualmente se realiza de 8:00 a 22:00 horas de lunes a viernes y en guardias localizadas los fines de semana. En relación a ello, el consejero Santos manifestó que a pesar de que el 1 de agosto el Gobierno foral asumió las competencias en materia de sanidad penitenciaria, esta “es una competencia concurrente compartida, y la obligación de custodia es sobre todo de la Administración penitenciaria”.
0