Lágrimas de facha y risas de progre
A ver si eres capaz de leerlo sin reírte, venga:
El pijo que dice “putodefender a España”, la señora con capa de bandera de España y que grita como una poseída, los que rezan el rosario, el cayetano con un cartel de “Prefiero morir de pie que vivir de rodillas”, el del fachaleco con su madre, la del cartel de “Dios es español”, Arévalo, Iker Jiménez, la negacionista de la pandemia, el que se declaró en huelga de hambre frente al Congreso, los que llaman masón a Felipe VI, el que grita delante de la tele “yo soy nazi”, Esperanza Aguirre cortando la calle, Herman Terstch con voz de pedo, los YouTubers fachas, el sindicato de Vox convocando huelga general, los de la bandera del aguilucho y los de la bandera carlista, los que gritan “¡Pedro Sánchez, hijo de puta!” y “¡Sánchez a prisión!”, los insultos racistas y homófobos, los gritos de “Viva Franco”, el Cara al Sol, los periodistas acosados, el portavoz del PP que dice que Sánchez debería salir de España en un maletero, Ayuso llamando al rey, la policía y las fuerzas armadas a defender España contra la dictadura, Abascal prometiendo que “sólo hay un final: o el dictador en el banquillo, o los que lo nos oponemos en la cárcel”, Abascal acompañado del trumpista que alentó el asalto al Capitolio norteamericano, el ultra Alvise pidiendo a la gente que vaya al Congreso, los matones de Desokupa, los fascistas de Democracia Nacional, la Falange, los neonazis de Bastión Frontal, los guardias civiles que prometen “derramar la última gota de sangre en defensa de España”…
¿En qué momento del anterior párrafo te dejaste de reír, a partir de qué línea se te congeló la sonrisa? Así estamos muchos estos días: nos reímos con el frikismo facha que se concentra en Ferraz y en otras sedes del PSOE, nos reímos mucho, compartimos memes y fotomontajes ingeniosos…, hasta que la sonrisa se nos queda congelada al ver todo lo que está saliendo a la calle y escuchar los disparates irresponsables de ciertos dirigentes políticos. Nos burlamos de las “lágrimas de facha” con nuestras “risas de progre”, pero maldita la gracia que tiene lo de estos días.
Es cierto que cuesta no tomarse a broma las mamarrachadas de la ultraderecha, todas esas escenas totalmente reales pero que en una película solo aceptaríamos en clave de parodia. “Berlanguiano”, repetimos una y otra vez. También es difícil no burlarse de las pasadas de frenada de quienes en el PP agotan el repertorio de disparates retóricos. Y cómo no hacer chistes de todas esas asociaciones de jueces, bufetes de abogados, organizaciones empresariales, sindicatos policiales y hasta notarios que estos días hinchan el pecho. Yo soy el primero que me río, y defiendo el humor como forma de resistencia, claro.
Pero reconozcámoslo: tiene muy poca gracia. El calentón derechista y ultraderechista contra la ley de amnistía y contra la investidura de Sánchez no es ninguna broma. Hay mucha gente que se la toma totalmente en serio, que compra sus argumentos por esperpénticos que sean, y que sale a la calle dispuesta a “defender España” frente a la “dictadura”. Está sirviendo además para que asomen elementos muy peligrosos. Y están normalizándose actitudes antidemocráticas en la política pero también en instituciones esenciales, medios de comunicación y colectivos varios. Poca gracia.
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