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Rosalía y Jesús

Rosalía durante su actuación en los Goya

José María Calleja

Al momento excelso de Rosalía cantando, casi susurrando, “si me das a elegir, entre tú y mis ideas, aunque yo sin ellas soy un hombre perdido, ay amor, me quedo contigo”, se le unió el discurso vibrante, bien trabado, pura declaración de principios casi inéditos, de Jesús Vidal, persona singular quien, con otros actores singulares, ha puesto en pié con Javier Fesser ‘Campeones’.

Una gala de los Goya completa, que mereció la pena, en pasado y en futuro, muy bien llevada por Silvia Abril y Andreu Buenafuente.

Me emociona escuchar a una casi cría como es Rosalía cantar con tamaño sentido, puesta en la situación de la época, una canción que es evocación de los ochenta, cuando directores de cine como Carlos Saura –a mi juicio el cineasta español que mejor ha incorporado la música a la película–, contaban las historias de jóvenes como los que habías conocido en la cárcel. Jóvenes hijos del agobio general, que se pegaban en la cárcel un año por robar por un rato una puñetera moto y no tener dinero para pagar la fianza de 2.500 pesetas.

En Deprisa, deprisa, la película de Carlos Saura rodada en 1980, hay un plano final, de noche, en el que la chica sale, cuando todos han muerto, de una casa del extrarradio, necesariamente madrileño, pegada a las vías del tren, con el petardeo de fondo de una moto y los gritos de la chavalería, es entonces cuando suena la canción: Si me das a elegir. Una escena de intensa emoción, inolvidable. Los propios Chungitos me contaron que ellos mismos se habían quedado sorprendidos al escuchar la canción en la película; era otra, mejor incluso que la que ellos habían cantado. Conocida a partir de entonces por todos.

Los actores de aquellas películas de cine ‘quinqui’ murieron fatalmente jóvenes. Es el caso de José Luis Velomar, protagonista en la de Saura y novio de la chica superviviente, que hicieron luego en la calle el atraco que habían protagonizado en la película y se fueron a la cárcel. Actores de esas películas que fueron arrasados por la droga, en la calle o en el talego, como también murió uno de los autores de la letra de los Chunguitos y ‘el del medio de los Chichos’. La droga, que se llevó por delante a miles de jóvenes en los ochenta.

Luego está Jesús Vidal, con su discurso emocionantemente estructurado, lleno de titulares y reconocimientos: a sus padres, a los suyos, a los hijos que son. Después de sus palabras, la percepción que pueda tener la gente de las personas con capacidades singulares será distinta. Ya lo consiguió la película Campeones, de la que Vidal es coprotagonista y que algunos no valoraron por no ser la última del año.

A partir de ahora, ese discurso de Vidal obliga a cambiar la mirada a tantas personas distintas.

Una canción excelente, recreada por Rosalía; un discurso conmovedor, el de Jesús Vidal. Cine y música de cine español de alta calidad.

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