¡Un hurra por los díscolos entrañables!

Una prueba palpable de que los “jarrones chinos” quieren seguir siendo referentes y promotores del devenir del socialismo español es que cada vez que se pronuncian originan hondas sacudidas en la militancia. Convulsiones, sin duda, que producen una más prieta cohesión en las filas progresistas en general y en los socialistas seniors en particular.

El caso más reciente lo tenemos en el manoseo que vienen haciendo de la nube de humo preventiva (virtual) llamada “ley de amnistía”. Nadie podría dudar de que éste es un tema que por el momento, no toca y que se trata de una construcción estratégica que los conservadores y populistas exaltados quieren airear para distraernos de los asuntos que sí son importantes: (1) el costalazo monumental del aspirante a ser investido próximamente como Presidente del Gobierno, oportunidad nacida exánime, y que responde a un reiterado afán posesivo e injustificable, quizás producto de los muchos y graves problemas de las corruptelas y desencuentros internos que las derechas tienen que resolver. Y, (2), la recuperación anímica de la dolorida Cataluña, cuyas costuras son necesarias restablecer. Objetivo que nunca se conseguirá con represión ni con artefactos judiciales. Sin duda, este último reto también debe esperar hasta que el PSOE y Pedro Sánchez reciban el encargo del Jefe del Estado de intentar formar el gobierno de la Nación.

Lo que no tiene espera, pues ahora es el momento, es que el candidato popular a la investidura haga publico su proyecto de gobierno y aclare con nitidez  como piensa encajar Cataluña en España.

Así pues, nos congratulamos de que nuestros díscolos entrañables, todos a una, nos sigan mostrando la senda de la cohesión y la diligencia proselitista, estimulando como resultado los más intensos sentimientos de afinidad ideológica que, muchas veces, parecen estar eclipsados por la rutina de la vida partidaria.

También, deseamos que la tragicomedia representada por Feijoo y sus corifeos, incluyendo al jefe, que habita en la sombra tenebrosa de la FAES, termine cuanto antes y nuestro país pueda seguir avanzando hacia lo mejor de Europa, que ya es hora.