La ACNUR pide a Europa que abra sus fronteras a los refugiados de Siria

La Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), pidió hoy en Sofía a los países de Europa que abran sus fronteras a los refugiados de Siria y sean solidarios con su sufrimiento.

“La población siria sufre y merece la misericordia de la comunidad internacional”, manifestó el máximo responsable de ACNUR, António Guterres, tras ser recibido por el primer ministro búlgaro, Plamen Oresharski.

Guterres destacó que ya hay 2,4 millones de refugiados sirios, de los que unos 700.000 se encuentran en Turquía, y que en Líbano son tantos que suponen ya casi en 25 por ciento de la población, por lo que insistió en que la solidaridad europea es esencial.

“En este sentido, es importante la ayuda de Europa y que los países de la UE mantengan sus fronteras abiertas y también ayuden a los refugiados en sus territorios”, reclamó Guterres.

“Los refugiados no son terroristas. Ellos son las primeras víctimas del terror”, comentó Guterres al ser preguntado sobre las crecientes muestras de xenofobia en Bulgaria en relación a la llegada de refugiados sirios.

El responsable de ACNUR comparó la situación en Bulgaria con la de su Portugal natal en la década de 1990, cuando hubo muestras de rechazo hacia inmigrantes africanos.

“En el momento actual, países como Bulgaria y Portugal están en situaciones económicas difíciles y es fácil utilizar sentimientos negativos en estos entornos”, lamentó Guterres.

Guterres está de visita en Bulgaria, invitado por las autoridades locales, junto con la Comisaria europea de Cooperación Internacional, la búlgara Kristalina Georgieva, para tratar el tema de los refugiados.

El jefe de ACNUR informó de que la semana próxima este organismo enviará una misión técnica a Bulgaria para prestar ayuda a las autoridades.

Bulgaria, el país más pobre de la UE, tiene dificultades para gestionar la llegada de refugiados e inmigrante indocumentados desde Turquía, debido a la falta de recursos.

Unos 8.500 sirios que huyen de la guerra civil en su país están actualmente en Bulgaria, gran parte de ellos esperando a que se les reconozca oficialmente su condición de refugiados.

Los centros de alojamiento están desbordados y muchos de los refugiados sirios viven en condiciones miserables, sin calefacción ni agua corriente.