Asesinan a un diputado chií en Saná, en un tiroteo que afecta a un enviado de la ONU

Un diputado yemení y alto cargo de los rebeldes hutíes, Abdelkarim Yedban, fue asesinado hoy en el centro de Saná, en un tiroteo que afectó también al convoy del enviado especial de la ONU para Yemen, Yamal Benomar.

Aunque la situación en este depauperado país de la península Arábiga es muy inestable, los blancos habituales de los atentados terroristas de Al Qaeda y sus grupos afines suelen ser las fuerzas de seguridad y no los políticos.

Fuentes de seguridad informaron a Efe de que hombres armados abrieron fuego contra el parlamentario coincidiendo con el paso por la avenida Túnez de la comitiva de Benomar, que no sufrió ningún daño.

Los agresores, que circulaban en una moto, asesinaron a Yedban con fusiles automáticos cuando salía de una mezquita en la avenida Túnez.

Yedban, diputado por la provincia de Saada y representante del movimiento chií de los hutíes en la Conferencia del Diálogo Nacional, falleció a causa de las heridas en un hospital de la capital.

Según el canal de televisión Al Masira, propiedad del movimiento de los hutíes, que controla Saada desde 2010, los atacantes efectuaron una treintena de disparos.

Este asesinato coincide con un periodo de gran tensión entre los hutíes y los salafistas (rigoristas suníes) en Saada, escenario de combates en las últimas semanas que han causado un centenar de muertos.

Los combatientes hutíes se enfrentan con los salafistas por el control de la localidad de Damaj, sede de una escuela suní a la que acuden integristas de todo el mundo.

El Gobierno yemení inició ayer el despliegue de observadores militares y civiles para evitar que prosigan los choques, ya que el alto el fuego anunciado ha sido violado en numerosas ocasiones.

Aunque se desconoce la autoría del ataque, hace diez días la Organización Al Qaeda en la Península Arábiga (AQMI) advirtió en un vídeo a los chiíes de que sus “crímenes contra los suníes no quedarán sin castigo”.

“Vuestras heridas son nuestras heridas, vuestra tragedia es nuestra tragedia, y vuestro enemigo es nuestro enemigo. Confiad en que la victoria está cerca y en que no os abandonaremos”, dijo a los salafistas uno de los dirigentes de AQMI, Harez bin Gazi al Nazari.

En cuanto a lo sucedido con el convoy de Benomar, en un principio reinó la confesión y se pensó que podría haber sido un intento de asesinato.

Un responsable de la oficina del enviado de la ONU en Saná aseguró a Efe que la comitiva no fue el blanco del ataque y subrayó que los disparos iban dirigidos contra otro objetivo, sin especificar cuál.

Según esta versión, los tiros no afectaron al convoy, aunque una fuente de seguridad apuntó que cuatro balas impactaron en el vehículo de Benomar.

Benomar auspició, junto con los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), el acuerdo de traspaso de poder que permitió la renuncia del presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, tras un año de multitudinarias protestas.

En febrero de 2012, accedió a la Presidencia Abdo Rabu Mansur Hadi, que ha lanzado varias operaciones militares en el sur del país contra los feudos de los terroristas.

La etapa transitoria estipula la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales a finales de febrero próximo, aunque se especula que serán retrasadas hasta que la Conferencia del Diálogo Nacional concluya la redacción de la nueva Constitución.

La semana pasada Benomar denunció que los remanentes del régimen de Saleh piensan que pueden “hacer fracasar al gobierno o sacar provecho de los problemas económicos y de seguridad para probar que la situación durante el régimen anterior era mejor”.

Por Jaled Abdalá