Nadie recoge los cadáveres de los terroristas yihadistas en Bangladesh

Los cuerpos de los yihadistas que asesinaron en un restaurante de Dacca a principios de julio a 22 personas, la mayoría de ellas extranjeros, y los de otros extremistas muertos en operaciones policiales siguen en depósitos de cadáveres sin que nadie se los lleve.

Los cinco cuerpos de los yihadistas del restaurante Holey y trece de supuestos terroristas caídos en tres operaciones policiales en Dacca en las últimas semanas, entre ellos el del canadiense-bangladesí Tamim Chaudhry, supuesto autor intelectual del ataque del 1 de julio, permanecen en instalaciones forenses desde hace semanas.

“Ninguna familia ha solicitado formalmente cuerpo alguno”, indicó a Efe Muhammad Yusuf Ali, subcomisionado adicional de la Policía de Dacca.

Payera Begum, madre de uno de los asaltantes al restaurante dice que ella sí lo ha hecho, pero que ha pedido la ayuda de las autoridades para que le lleven el cuerpo de su hijo porque no tiene recursos para sacarlo ella sola.

“Le he preguntado a la Policía si me darían el cuerpo pero no me han respondido, yo no puedo traerlo sola”, dijo la madre.

Otros parientes reconocieron a Efe que enterrarán a sus hijos si la Policía les da sus cuerpos, pero afirman que no reclamarán sus cadáveres porque tienen miedo de hacerlo ante la enorme alarma social que ocasionó un atentado que ha dejado Bangladesh completamente conmocionado.

“Lo enterraré si me dan el cuerpo”, manifestó a Efe Bodiuzzaman, padre de Shafiqul Islam Uzzal, otro de los terroristas que participaron en el asalto a Holey, al asegurar que si no es así, no reclamará el cadáver de su hijo.

“La situación no es buena para nosotros, así que no voy a reclamarlo”, agregó.

Meer Hayat, padre de Meer Sameeh Mubasher, solo alcanza a decir: “han pasado más de dos meses, creo que debería ser enterrado”. No dice más.

Analistas como Mubashar Hassan, profesor de Islam Político en la Universidad Norte Sur de Dacca, cree que el estigma social puede ser una de las razones para que el resto de los familiares no se hayan llevado los cuerpos de los terroristas.

“No sabemos las razones sobre por qué las familias no están interesadas en llevarse los cadáveres”, señaló, al agregar, no obstante, que hay “un discurso de que los cuerpos de estos chicos están condenados porque avergonzaron al país”.

Así las cosas, las autoridades del Hospital Clínico de Dacca han pedido a la Policía que se hagan cargo de los cadáveres de los yihadistas, ya que están entorpeciendo sus actividades normales.

El jefe del Departamento Médico Forense del hospital, Sohel Mahmud, explicó a Efe que tienen 20 frigoríficos de los que 8 están dañados y 13 están ocupados por los cuerpos de los insurgentes.

“Hemos pedido a la Policía pasos para evacuar nuestro tanatorio ya sea sacando los cuerpos o devolviéndolos”, apuntó.

Sin embargo, las autoridades policiales tampoco parecen saber bien qué van a hacer y recurren a la respuesta habitual para estos casos.

“Tenemos varias investigaciones pendientes, una vez que estén completas, veremos que decisión tomamos”, indicó Muhammad Yusuf Ali.

Mientras tanto, la semana pasada, la Policía mató en un enfrentamiento a otro supuesto terrorista vinculado con una rama del grupo extremista Jamaatul Mujahideen Bangladesh (JMB).

El Gobierno acusa al JMB y al partido en proceso de ilegalización Jammat e Islami (JI) de estar detrás de los atentados y de los ataques contra los colectivos y minorías de blogueros, académicos y activistas homosexuales que han sido asesinados en ataques extremistas que ya suman más de 70 muertos desde entonces.

Azad Majumder