La ONU critica la indicación del presidente filipino a la policía de matar narcotraficantes

El comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, advirtió hoy al Gobierno filipino de que dar a la Policía el poder para matar a cualquier supuesto traficante de drogas afecta a su sistema de justicia.

“El pueblo de Filipinas tiene derecho a instituciones judiciales imparciales que operan con las garantías del debido proceso y a una Policía que sirve a la Justicia”, dijo el responsable en su discurso de inauguración del Consejo de Derechos Humanos, que se reúne durante las próximas tres semanas en Ginebra.

Consideró que las declaraciones del presidente filipino, Rodrigo Duterte, “de desprecio por las normas internacionales de derechos humanos revelan un falta chocante de comprensión sobre lo que son las instituciones y los principios que mantienen a las sociedades seguras”.

Duterte asumió la jefatura del Estado a finales del pasado junio con la promesa de acabar con el problema de la droga en sus primeros seis meses de gobierno.

Desde entonces, ha instado varias veces a la Policía y los ciudadanos a matar a narcotraficantes y drogadictos.

Frente a esa situación, Zeid pidió a las autoridades de Filipinas que autoricen un viaje de trabajo al país del relator de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales.

“Mi oficina está lista para apoyar con asistencia, incluyendo en temas como el tratamiento de drogadictos de acuerdo a las normas internacionales”, propuso.

Ayer, el Gobierno de Filipinas calificó de “éxito” la violenta campaña contra las drogas iniciada por Duterte, que desde el 30 de junio ha causado la muerte de casi 3.000 supuestos narcotraficantes: 1.466 en operaciones policiales y 1.490 a manos de grupos de “vigilantes”.

De acuerdo con la Policía, más de 16.000 supuestos traficantes y consumidores han sido detenidos y 700.000 se han entregado a las autoridades, y se ha reducido el suministro de estupefacientes en un 90 por ciento.