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Pedro Sánchez confía en que la presión sobre Podemos le dé la abstención que le convierta en presidente

Pedro Sánchez, en una imagen de archivo

Gonzalo Cortizo

Pedro Sánchez sigue su ronda de contactos en manos del único partido que se ha situado fuera de la mesa de negociación. El equipo negociador designado por el candidato socialista trabaja para redoblar la presión sobre Podemos y garantizarse, como mínimo, su abstención en la investidura que se celebrará en los primeros días de marzo.

Las cuentas que hacen en Ferraz señalan la posibilidad de obtener 143 votos a favor, contando a Ciudadanos, PNV, Compromís, IU y Coalición Canaria. En el bando del no, según ese cálculo, estarían los 142 diputados de Partido Popular, ERC, DiL y Bildu. De producirse esta compleja situación, la gobernabilidad para el PSOE dependerá de la abstención de Podemos.

“Cada día que pasa la presión sobre Podemos será mayor”, señala un dirigente socialista consultado por eldiario.es. Sin embargo, los planes de Pedro Sánchez tienen varios puntos débiles. El apoyo de Compromís y el de Izquierda Unida no se puede dar por hecho, a pesar de la buena sintonía con la que se ha saldado la presencia de ambas formaciones en la mesa negociadora que dirige Antonio Hernando.

En Podemos son conscientes de que esa presión se les puede echar encima pero dudan de que Sánchez cuente, a día de hoy, con los 143 votos imprescindibles para seguir desarrollando esa estrategia. “No sabemos qué hará Alberto, pero dudamos mucho que Mónica Oltra active un voto positivo para Pedro Sánchez”, afirma uno de los principales dirigentes de Podemos.

A partir de ahí, el PSOE deberá jugar sus cartas en un escenario complejo. Tras su visita a Madrid para reunirse con Sánchez, Mónica Oltra recordaba a los periodistas que siempre viaja acompañándose de un ejemplar por escrito del Pacto del Botanic. El referido acuerdo es el que ha permitido que el socialista Ximo Puig se convirtiese en president de la Generalitat, con Oltra como vicepresidenta. ¿Prevé Sánchez liberar algún ministerio para que lo ocupe Compromís? Es una de las principales variables de unas conversaciones que tienen los días contados.

En la próxima semana las negociaciones deberán avanzar y aclarar algo más sobre los puntos señalados con anterioridad. El primer pleno de investidura se celebrará con toda probabilidad en los primeros días de febrero. La fecha exacta será comunicada por Patxi López al resto de formaciones con presencia en la Mesa del Congreso durante la reunión del próximo martes.

Acercamiento a Podemos

El PSOE quiere recuperar la sintonía con Podemos y volver a sentarse en la mesa con Pablo Iglesias para evitar llegar a la investidura sin certezas sobre el resultado de las votaciones. El equipo del candidato ve en su propuesta de programa común un camino para llegar a acuerdos con Podemos. “No hay certezas”, señalan en el PSOE. Nadie sabe si el diálogo se puede retomar.

El PSOE pedirá que Podemos vuelva a la mesa y lo hará hasta el último minuto. Pedro Sánchez y los suyos confían en que si el entedimiento no se produce y todo desemboca en nuevas elecciones, Podemos sea el mayor penalizado por los votantes. Es un tablero con un juego en cada cara: en una de ellas se desarrolla la partida de la investidura y en la otra el juego se llama nuevas elecciones.

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