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La opción de Pedro Sánchez de adelantar la batalla por el liderazgo desconcierta al PSOE

Susana Díaz en una imagen de archivo.

Irene Castro

“Barbaridad”, “locura”, “disparate”, “chantaje”... Así han acogido las federaciones críticas con Pedro Sánchez sus planes para adelantar el 39º Congreso ordinario del PSOE en el que revalidará su liderazgo o será desalojado de Ferraz. Las intenciones que se van conociendo del secretario general, aunque a veces discrepantes entre sí, caen como “bombas” entre los dirigentes críticos. La última ha sido la posibilidad de que Sánchez convoque un congreso con primarias exprés en el próximo Comité Federal del 1 de octubre si el sector crítico le pide marcharse ante unos malos resultados electorales en las vascas y gallegas. Los plazos que manejan en Ferraz hacen prácticamente imposible que Sánchez tenga rival.

En Ferraz ni confirman ni desmienten que la estrategia de Sánchez pase por celebrar una votación para elegir al secretario general el próximo 23 de octubre y que las ponencias congresuales así como la elección de los órganos directivos del partido se debatan los días 2, 3, y 4 de diciembre, como ha publicado la agencia Colpisa.

Dirigentes próximos a Sánchez admiten que puede ser una opción. El plan, no obstante, persigue enconar aún más las posturas entre Ferraz y los barones críticos. “¿No querían un congreso?”, se pregunta un miembro de la Ejecutiva de la cuerda del secretario general. Se refiere al intento fallido de forzar la convocatoria de un congreso tras las elecciones del 20 de diciembre, cuando estatutariamente estaba establecido.

Aquella batalla la ganó finalmente la dirección de Sánchez, que logró aplazar el cónclave hasta que la gobernabilidad esté resuelta, según figura en la resolución aprobada por el Comité Federal. Susana Díaz aceptó y decidió aguardar en Sevilla sin cerrar la puerta a liderar el PSOE en el futuro.

Ese mismo argumento pero en el sentido inverso es el que usan las federaciones críticas para afear a Ferraz que pueda plantear ahora una convocatoria del congreso sin saber si habrá gobierno, de quién o si se celebrarán elecciones de nuevo en diciembre. “Tendrá que explicar ahora por qué ahora dice lo contrario a lo que defendió hace meses”, dicen fuentes próximas a un presidente autonómico. Es un argumento secundado entre los socialistas andaluces, asturianos, valencianos, aragoneses y manchegos.

El desconcierto se ha instalado en los territorios críticos con Sánchez, con quien los hilos de comunicación están rotos desde julio. “La cuestión no es si da tiempo o no. Para estrellarte siempre tienes tiempo. Están intentando chantajear con un congreso a traición en el peor momento”, expresan esas mismas fuentes.

“Es un órdago para frenar los posibles movimientos que se produjeran tras las elecciones vascas y gallegas”, dice un miembro de la Comisión Permanente, que no cree que el amago llegue a ejecutarse. “Lo que está intentando es eludir responsabilidades por unos malos resultados y blindarse”, afirma un secretario de Organización regional.

En la federación de Susana Díaz tampoco se creen que esa opción vaya en serio. “Es una jugada capciosa. No sé si han medido porque han lanzado el globo sonda y cuando han visto que es una jugada de riesgo la han sacado del horno rápidamente”, afirma un dirigente próximo a la presidenta andaluza. En San Telmo creen que tras la publicación en varios medios de que una posibilidad sobre la mesa de Sánchez era convocar un congreso inminente han filtrado que lo que defenderá ante el Comité Federal es el no a Rajoy y el impulso a un “gobierno alternativo”.

“Es una irracionalidad muy gorda. Tratan de sacar ventaja orgánica en esa espiral de locura en la que agitan el frasco a ver si sale la fortuna del genio”, reprocha un dirigente andaluz que reconoce que Sánchez quiere forzar ese congreso exprés pero no cree que pueda hacerlo finalmente.

Incluso dirigentes próximos a Sánchez ven complicados los tiempos que tendrían que cumplirse para poder librar la batalla por el mando de Ferraz y que de ahora al 1 de octubre “pueden cambiar mucho las cosas”. “Los plazos no me cuadran”, admiten fuentes oficiales de la dirección. De acuerdo con la información de Colpisa, Sánchez plantea que la votación de los militantes para la secretaría general sea el 23 de octubre. Así, una candidatura alternativa solo tendría diez días para articularse y recoger los avales suficientes.

Además, se solapan los calendarios orgánicos con los institucionales puesto que en esa fecha aún está vigente el plazo de dos meses que marca la Constitución para que algún candidato logre formar Gobierno tras el fracaso de Rajoy.

“Se solapan los plazos con las negociaciones. ¿Es que ya sabe que va a haber Gobierno?”, se pregunta un diputado ubicado en el sector crítico. El temor de los principales barones es que Sánchez intente llegar a Moncloa con el apoyo de los independentistas. Ciudadanos le ha cerrado este jueves la puerta.

Por eso ven “verosímil” que el secretario general plantee una consulta a los militantes para poder seguir adelante con las negociaciones, aunque no comparten, de entrada, que lo haga: “¿Qué nos va a preguntar? ¿Otra vez que si queremos un presidente socialista? ¿O nos va a traer un acuerdo que sume sobre unos ejes programáticos? -cuestiona un número dos de una federación crítica-. Se esconde detrás de la consulta no porque sea más demócrata, sino porque es pusilánime”.

Miquel Iceta ha defendido este jueves rebajar las condiciones impuestas en el PSOE para las negociaciones y eliminar líneas rojas, como la prohibición de negociar con quien defienda el referéndum en Cataluña. En Ferraz tampoco descartan esa opción.

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