Puigdemont inicia la cuestión de confianza: “No me espanta ningún escenario”

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha arrancado hoy su intervención en el inicio del debate de la cuestión de confianza con un mensaje de tranquilidad ante la votación de mañana en el hemiciclo: “No me espanta ningún escenario que salga de este Parlament”.

En la primera jornada del debate, antes de que mañana los grupos parlamentarios se posicionen y emitan su voto en la cuestión de confianza al presidente catalán, Puigdemont ha llamado a los diputados a “respetar sin ningún dramatismo” el resultado de la votación de mañana, sea favorable a su continuidad como president o sea para revocarlo del cargo.

Puigdemont se ha mostrado “dispuesto a asumir” la decisión que tome el pleno de la cámara catalana y ha reclamado que este debate sirva para inaugurar una “cadena de confianzas” entre diputados y Govern hasta que Cataluña se convierta en “un Estado” independiente.

Antes del inicio del debate, Puigdemont se ha reunido con el grupo de Junts pel Sí para explicar la hoja de ruta que expone en el Parlament y ha avanzado su intención de convocar un referéndum sobre la independencia de Cataluña para otoño de 2017.

Posteriormente se ha cerrado unos minutos en su despacho con el expresidente de la Generalitat Artur Mas.

Sobre las cuatro de la tarde, Mas, Puigdemont y la esposa del presidente catalán, Marcela Topor, han caminado juntos desde el despacho hasta la entrada del hemiciclo entre flashes de los periodistas gráficos.

Después de que la CUP tumbara la tramitación de los Presupuestos del Govern para 2016, antes de las vacaciones de verano, Puigdemont decidió someterse a una cuestión de confianza, al dar por roto el acuerdo de estabilidad firmado con los anticapitalistas al inicio de legislatura.

Los diez diputados de la CUP ya han anunciado su voto favorable a Puigdemont en la sesión de mañana, lo que sumado a los 62 de Junts pel Sí (JxSí) garantiza la continuidad del presidente catalán.

Puigdemont y JxSí, sin embargo, deberán negociar con la CUP las resoluciones del debate de política general de la semana que viene y, sobre todo, el proyecto presupuestario del Govern para 2017, cuyo hipotético rechazo en el Parlament podría obligar a anticipar las elecciones.