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Rajoy se ve obligado a renunciar a la presidencia del Congreso como gesto ante Sánchez

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

Luz Sanchis

El PP ha hecho de la necesidad virtud y ha renunciado a presentar candidato para la presidencia del Congreso ante el acuerdo inicial entre PSOE y Ciudadanos para que lo sea el socialista Patxi López. Sabedor de que el exlehendakari socialista recabará este miércoles la mayoría de los votos a la hora de elegir la Mesa del Parlamento, Mariano Rajoy ha comunicado a los suyos en la Junta Directiva Nacional del partido que el acuerdo “aún no está cerrrado”, pero ha venido a dar por bueno el pacto. Según ha anunciado, el PP espera tener 3 puestos, dos vicepresidencias y la secretaría primera. Para el PSOE, Ciudadanos y Podemos quedarían dos puestos por partido.

Los otros tres nombres para candidatos a los puestos del órgano de gobierno de la Cámara son Celia Villalobos, Rosa Romero y Alicia Sánchez Camacho. De esta forma, Villalobos repetirá como vicepresidenta del Parlamento. Romero, exalcaldesa de Ciudad Real, aspira a otra vicepresidencia y la catalana Sánchez Camacho, a una secretaría. Como se esperaba, Pío García Escudero repetirá cargo en el Senado, con José Manuel Barreiro como portavoz y Javier Arenas en el papel de secretario general. El candidato a vicepresidente del Senado será Pedro Sanz, el expresidente de La Rioja. Luis Aznar y Adela Pedrosa serán los secretarios de la Mesa.

En cuanto a la portavocía del Congreso, Rajoy ha anunciado que Rafael Hernando repetirá al frente del grupo con Juan Antonio Bermúdez de Castro como secretario general de los conservadores.

“Tengo que hacer una propuesta, alguien tiene que hacerla y he intentado acertar”, ha asegurado Rajoy ante los más de 500 cargos que se apretaban en la sala de Génova para escucharlo. Según ha confesado, su voluntad ha sido “mantener a algunas personas por su experiencia e incorporar a otras teniendo en cuenta las sensibilidades territoriales”.

A pesar de que la renuncia a presentar su propio candidato es un gesto de diálogo ante el líder del PSOE, Rajoy también ha incluido en su discurso duros ataques contra el socialista. El líder del PP ha defendido que en su partido han entendido bien el mensaje de los españoles el pasado 20 de diciembre, en referencia al reparto de votos. “Nos han dicho que hagamos un esfuerzo para escucharnos los unos a los otros y compartir tarea. El PP lo ha entendido y está dispuesto”, ha insistido para reclamar de nuevo que lo que España necesita es un gobierno “con amplia base parlamentaria” en alusión a un apoyo de PSOE y Ciudadanos, pero presidido por él.

Cara a la investidura, Rajoy ha repetido que esa fórmula es “la más razonable” aunque quepan otras alternativas desde el punto de vista numérico. A pesar de que otras sumas puedan salir adelante, el líder del PP ha negado que sean buenas “para el interés general y para respetar la voluntad de los españoles”. Además, ha avisado de que cualquier otra suma con Podemos, IU y partidos independentistas “sería un disparate”.

La carga contra Sánchez ha sido la parte de su discurso que más aplausos ha recibido, sobre todo, cuando ha dejado claro que el socialista engaña a los españoles al prometer una reforma constitucional que nunca podrá hacerse sin el PP. “¿Y qué votos tiene para hacer una reforma constitucional con la composición del Congreso y del Senado? Conviene no engañar a la gente y no prometer lo que se sabe que no se puede cumplir. Puedo entender las urgencias personales de algunos pero un mínimo de seriedad”, ha concluido en referencia a la situación de debilidad interna de Sánchez si no logra su objetivo.

Por lo que respecta al próximo congreso interno del PP, Rajoy ha anunciado que se convocará “cuando haya un Gobierno” y que después se celebrarán a la vez todos los regionales y provinciales. “Es lo más razonable, ordenado y lo menos arriesgado”, ha dicho Rajoy para justificar la tardanza de un cónclave que ya tenía que haberse celebrado este año.

La convocatoria de un congreso interno fue la exigencia de José María Aznar en la última reunión del PP a la que asistió el pasado 21 de dciembre. Ese día, Rajoy se quitó el problema de encima al declarar que se haría y que sería “abierto, como todos los congresos del PP. Su intención es la de volverse a presentar para revalidar el liderazgo de los conservadores. Mantiene que lo hará aunque no logre repetir en la Moncloa, aunque si ese es el caso será más difícil que presente su candidatura para hacer posible una renovación.

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