Alcaldes asumen sus cargos en Brasil en medio de los desafíos de la pandemia

Recife (Brasil), 1 ene (EFE).- Los alcaldes de los municipios brasileños elegidos en noviembre asumieron este viernes sus mandatos en medio del aumento de las muertes por covid-19 en uno de los países más afectados por la pandemia y de una grave crisis económica en la que la gestión local se torna cada vez más relevante.

En su discurso de posesión en la Cámara Legislativa Municipal, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que ya había comandado a la ciudad (2009-2016), señaló que su primera acción frente a la pandemia será la “creación de un comité de especialistas conformado, en su mayoría, por personas externas a la Alcaldía”.

“Ya comenzaremos con un Centro de Operaciones de Emergencias para la covid (COE Covid 19) y un sistema de estados de riesgo clasificados por cada región administrativa de la ciudad”, adelantó Paes, quien asume en medio de una creciente tasa de ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) de Río.

Paes derrotó al pastor evangélico Marcelo Crivella, que contó con el apoyo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y fue preso a diez días de dejar el cargo por delitos de corrupción. El alcalde carioca después recibió un habeas corpus para responder ante la Justicia en prisión domiciliaria.

“Nunca en la historia de la ciudad un alcalde recibió de su antecesor una herencia tan perversa, pero conseguiremos volver a erguir esta ciudad”, apuntó Paes en su discurso.

En Sao Paulo, la mayor ciudad del país, fue reelegido el socialdemócrata Bruno Covas, quien lucha contra un cáncer y ha sido un escudero del gobernador del estado, Joao Doria, uno de los líderes de oposición a Bolsonaro y quien ha estado al frente en la implementación de una vacuna para combatir el coronavirus.

Brasil, uno de los tres países más golpeados en el mundo en números absolutos por el nuevo coronavirus, terminó 2020 con casi 7,7 millones de casos confirmados y cerca de 195.000 muertes relacionadas a la covid-19.

MAPA POLÍTICO

Las elecciones municipales en Brasil siempre fueron un termómetro para las generales que se celebran dos años después y las realizadas en 2020, que se tuvieron que postergar un mes por causa de las restricciones impuestas en la pandemia, trazaron algunas líneas de lo que será el pulso de la disputa presidencial en 2022.

El otrora poderoso Partido de los Trabajadores (PT), principal formación de izquierda y que estuvo en el poder entre 2003 y 2016 con Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, fue el mayor derrotado en los comicios municipales de noviembre, perdiendo el 29,5 % de las alcaldías que tenía en 2016.

En la actualidad, el PT gobernará solo 179 municipios (3,2 % del total) y por primera vez en este siglo no comandará ninguna capital.

Pero la polarización entre la izquierda y la extrema derecha llevó también a que los candidatos apoyados directamente por Bolsonaro perdiesen, a pesar del mandatario tener todavía índices de popularidad positivos que contestan las críticas por su cuestionada gestión ante la pandemia y su polémica política medioambiental.

Otras formaciones de izquierda, como el Partido Socialismo y Libertad (Psol), en Sao Paulo, y el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), en Porto Alegre, llegaron a la segunda vuelta electoral con una votación expresiva, pero fueron al final derrotados por la derecha y su desempeño a nivel nacional sigue siendo pifio.

El gran vencedor en la contienda fue el centroderecha, movimiento que agrupa partidos más moderados en su discurso, pero que forman parte de la vieja política del país y ahora parecen trazar un divisor y emerger con fuerza entre la disputa de la corriente izquierdista liderada por Lula y la ultraderecha de Bolsonaro.

Sao Paulo, Río de Janeiro, Salvador, Porto Alegre y Curitiba, por ejemplo, estarán gobernadas por el centroderecha, mientras que Fortaleza y Recife, dos importantes metrópolis de la región Nordeste, consiguieron mantener en el Gobierno local a partidos del sector progresista, aunque más moderados que la izquierda extrema.

COVID Y LÍOS EN LA JUSTICIA

En el variopinto escenario político brasileño, solo 5.472 alcaldes consiguieron tomar posesión de sus cargos este viernes, pues otros 96 todavía dependen del aval de la Justicia para asumir después de ser denunciados por diferentes delitos, la mayoría de índole electoral.

La covid-19 también hizo que en municipios como Santo Antonio das Missoes (Río Grande do Sul) y Tapiraí (Sao Paulo), en los que el alcalde murió antes de tomar posesión, asumiese el vicealcalde y otros, como Maguito Vilela, de Goiania -capital de Goiás- permanecen hospitalizados por causa del coronavirus.

El alcalde más joven en asumir fue Julio Tomazela Neto, de 21 años, en la ciudad paulista de Conchas, y el más viejo José Braz, de 95 años, en el municipio de Muriaé (Minas Gerais); mientras que Joao Campos, de 27 años, estará al frente de Recife, capital de Pernambuco.