El Congreso aprueba la tercera reforma de la Constitución en 45 años para sustituir “disminuidos” por “personas con discapacidad”

El Congreso ha aprobado este jueves por una amplia mayoría la reforma del artículo 49 de la Constitución para quitar la palabra “disminuido” del texto. El trámite pasará ahora al Senado donde, si no hay ninguna sorpresa de última hora, pasará sin modificaciones. Cuando la Cámara Alta ratifique la modificación, entrará en vigor la tercera reforma de la Constitución desde su aprobación en 1978. Solo Vox se ha desmarcado del conjunto de la cámara y ha rechazado la proposición. La votación ha salido adelante con 312 votos a favor y 32 en contra.

El pasado martes el Congreso aprobó la admisión a trámite de la reforma, presentada por el PSOE y el PP. La Cámara Baja además acordó una tramitación de urgencia y en lectura única, para acelerar el proceso de una modificación con la que todos los grupos están de acuerdo. Todos lamentaron el acuerdo del “bipartidismo” que excluía a los demás partidos, aunque asumieron el texto.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subido a la tribuna para defender la reforma. “Hoy es un gran día para nuestra democracia. No solo engrandecemos nuestro texto constitucional, saldamos una deuda moral contra más de cuatro millones de ciudadanos”, ha dicho para valorar acto seguido el acuerdo alcanzado con el PP que ha hecho posible que salga adelante. “Todos ganamos cuando somos capaces de acordar, ha enfatizado.

La reforma de la Constitución será en los términos de la propuesta presentada por el PSOE y el PP. La mayoría parlamentaria ha tumbado las enmiendas presentadas por grupos como el PNV o Compromís, que habían aprovechado el trámite para plantear una modificación más amplia en determinados temas como el derecho a decidir o el Derecho Civil valenciano.

Pero la Mesa del Congreso no ha admitido a trámite dichas enmiendas al estar al margen del objeto de la reforma: el artículo 49 de la Constitución. La votación en el órgano de gobierno de la Cámara Baja se solventó con el voto en contra del PSOE y PP a la admisión a trámite de las enmiendas. Sumar dividió su voto: Esther Gil de Reboleño se abstuvo y Gerardo Pisarello votó en contra.

Sumar se alineaba así con uno de sus aliados políticos, Compromís, aunque con la convicción de que la votación iba a ser rechazada.

El Congreso remitirá ahora el texto de la reforma al Senado, que deberá ratificarla en los próximos días ya que, en principio, tampoco se admitirá ninguna enmienda y también se aplicará un procedimiento urgente ante la amplia mayoría de partidos que respaldan la modificación.

Lo previsible es que la Cámara Alta apruebe el nuevo articulado y confirme así la tercera modificación de la Constitución desde su aprobación, en 1978. La primera fue en 1992 para permitir el voto de los ciudadanos de países de la UE residentes en España en las elecciones municipales, tal y como exigía el Tratado de Maastricht.

La segunda, mucho más polémica, se produjo en 2011 y reformó el artículo 135 de la Constitución para introducir el principio de austeridad en las cuentas públicas que permitió luego leyes como la de estabilidad presupuestaria y otras en las que se asentaron los duros recortes sociales que puso en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy a partir de 2012. PSOE, PP y UPN votaron a favor entre protestas del resto de grupos por la urgencia del proceso, que además se produjo en verano.

Varios grupos no participaron en la votación de una u otra forma, como IU, CiU, ERC o BNG. Además, un diputado del PSOE votó en contra (uno más lo hizo, pero por error), y otros tres se ausentaron del Hemiciclo para no votarla.

Sumar y el PNV acusan a PSOE y PP de inadmitir sus enmiendas

Sumar y el Partido Nacionalista Vasco han aprovechado el debate para criticar que el PP y el PSOE acordasen ayer en la Mesa del Congreso inadmitir las enmiendas que presentaron a esta reforma. La coalición de Yolanda Díaz introdujo una enmienda de Compromís sobre el derecho civil valenciano y otra de Més para que Formentera pueda tener senador propio. Por su parte la formación jeltzale pidió incluir el derecho a decidir pactado, limitar la inviolabilidad del Rey, modificar las funciones de las Fuerzas Armadas o eliminar el artículo 155, entre otros asuntos.

Ninguna de esas enmiendas fue admitida ayer en la Mesa bajo el argumento de que o bien no tenían congruencia con la propuesta concreta de reforma de la Constitución o bien requerían que la reforma se tramitas por el proceso agravado. “Se ponen de acuerdo para ir en contra de los intereses valencianos. Están negando recuperar nuestros derechos”, ha dicho la portavoz adjunta de Sumar y diputada de Compromís, Águeda Micó. “Esto ha sido un atropello democrático del PP y el PSOE contra nosotros y Sumar. Lo que más descalifica una democracia es no dejar hablar”, ha protestado por su parte el diputado del PNV Mikel Legarda desde la tribuna. Compromís ya ha anunciado que acudirá al Tribunal Constitucional para revertir la decisión de la Mesa de este miércoles.

EH Bildu, mientras tanto, ha reprochado a los nacionalistas vascos que aprovechen este debate para dar “comunicación” a “intereses partidistas”. “No hemos introducido enmiendas, no abordaremos estos debates porque no es el que nos ocupa”, ha dicho Aizpura, que ha pedido un debate serio y profundo sobre el tema primero en el ámbito de Euskadi. “Señorías del PNV, les invitamos a abordar este debate con la serenidad y el sosiego que merece”, les ha dirigido para pedir que salga desde Euskadi un acuerdo amplio para presentar después ante el Estado. “Sin atajos ni intereses partidistas”, les ha pedido.