Granados buscó al Pequeño Nicolás para atacar a Aznar y Botella
Francisco Granados tenía mucho tiempo libre cuando dejó la política. Así lo reconoce en conversaciones intervenidas por los investigadores, en las que reconoce buscar “otras cosas” además de su empleo en Societe Generale. Y así también lo atestiguan los movimientos para perjudicar a su gran enemigo dentro del PP, Ignacio González, e incluso a José María Aznar. Solo tres días antes de su detención, Granados habla por teléfono con un tal Toño, con el que comenta que deben encontrar como sea al Pequeño Nicolás, “un filón” después de las fotos publicadas en las que el joven aparece en un acto de FAES al lado del expresidente del Gobierno y del partido.
“Los interlocutores estarían intentando contactar con él porque piensan que puede ser un filón. Ambos piensan que José Mari y la Botella estarían hasta las cejas con él, aunque no creen que le dejaran un coche”, escribe el agente de la Guardia Civil encargado aquel día de las escuchas, incorporadas al sumario de la Operación Púnica.
Todo hace indicar que a Granados no le dio tiempo en conocer al Pequeño Nicolás. Tan solo 72 horas después de la detención, agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil le detenían. Desde entonces, no ha pasado un solo minuto en libertad. Granados acaba de cumplir nueve meses en prisión provisional acusado de varios delitos, incluido el de pertenencia a una organización criminal.
En la intervención sobre el Pequeño Nicolás, el exsecretario general del PP de Madrid comenta con su interlocutor su extrañeza porque el arresto del joven haya sido efectuado por Asuntos Internos “y piensan que puede ser un asunto del CNI porque él que manda esta unidad sería el enlace entre la agencia y la Policía”. Se refieren probablemente al que fuera jefe de Asunntos Internos, Marcelino Martín-Blas Aranda, quien investigó a varios policías por sus supuestos vínculos con la red de Gao Ping, entre ellos el comisario Carlos Salamanca, que aparece mencionado por Granados en varios momentos del sumario y al que parece unirle una relación de amistad. La causa contra Salamanca fue archivada por la Audiencia Nacional y el recurso de la Fiscalía, desestimado por el Supremo.
En la conversación referida, ambos interlocutores especulan sobre la forma en que pueden llegar al Pequeño Nicolás. Granados cree que a través de “Vallarín, el de Moncloa”. El exconsejero de Presidencia podría referirse a Álvaro Ballarín, en la actualidad diputado autonómico y concejal del distrito de Moncloa en la pasada legislatura. Pero su interlocutor dice que el concejal adecuado es “Luismi, el de Chamartín, que tiene una empresa de deportes”. “Granados dice que él va a pensar en alguien y Toño le dice que ha quedado en hablar con Jose, que si le presentan a alguien ganarían dinero. Hablan de temas personales y se despiden”, recoge el informe policial.
El sumario también deja una conversación, un tanto confusa, que evidencia el interés de Granados por hacerse con el informe que asegura que Ignacio González se reunió con dos comisarios para, según la versión de uno de los dos policías, pedirles que taparan el caso del origen de su ático. Un varón, no identificado, habla con Granados y le pregunta dónde debe buscar un “expediente” sobre el que habría recibido instrucciones anteriores.
Por las anotaciones de la Guardia Civil se deduce que se trata del informe que escribió el comisario José Manuel Villarejo sobre la reunión con González y cuya publicación, a la postre, influiría en el final de la carrera política del expresidente de la Comunidad de Madrid. Granados explica que “su amigo común es parte de ese procedimiento y que, como está personado, lo que tiene que pedir es referencia del comisario del que habrían hablado ayer y que ya ha sido llamado a declarar como imputado, que ahí está el informe que hace el otro comisario de aquella reunión y que el comisario que lo firma se llama Pepe Villarejo”.
Granados dice que “lo importante es que en el informe queda reflejado que existió una reunión en la que éste, compañero de partido, intenta parar la investigación, utilizando su cargo”. “Granados explica que su compañero citó a éstos en una caferetería para pedirles que parasen la investigación”, añade el informe de la Guardia Civil.