Iglesias quiere escuchar las intenciones de Errejón antes de decidir su futuro
¿Qué papel desempeñará Íñigo Errejón en el Podemos nacido tras Vistalegre 2? Aún está pendiente de definición. Antes de tomar una decisión, Pablo Iglesias quiere tener una conversación larga y tranquila con él.
Iglesias, que ha salido reforzado de Vistalegre 2, ha expresado muchas veces que tiene intención de incorporar al sector que representa Errejón en la ejecutiva, el Consejo de Coordinación, que tendrá entre 10 y 14 personas, aproximadamente.
El secretario general de Podemos ha convocado la primera reunión del nuevo Consejo Ciudadano Estatal. Será este sábado, 18 de febrero, a partir de las 10.00 de la mañana.
La reunión es clave para el futuro, en particular, de Íñigo Errejón: el órgano recién votado en Vistalegre 2 deberá elegir un nuevo consejo de coordinación –ejecutiva del partido–; organizar las responsabilidades del Consejo y definir el grupo 'pensar el Gobierno' –una especie de Gobierno en la sombra, un equipo con asignación de carteras y de tareas propias de un Ejecutivo–. Así mismo, el Consejo Ciudadano organizará las responsabilidades en el Parlamento.
Es decir, este sábado se sabrá qué papel desempeñará Errejón en la Ejecutiva, toda vez que la secretaría Política está en el aire, y también en el Congreso de los Diputados: si sigue o no como portavoz del grupo confederal Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.
La voluntad expresada por Iglesias es integrar a las diferentes sensibilidades de Podemos independientemente “de listas y afinidades”.
Iglesias cuenta, así, con Pablo Bustinduy, responsable de Internacional y afín a Errejón. El sector del hasta ahora secretario político, que cosechó un tercio de los apoyos en Vistalegre 2, intentará reclamar tres o cuatro puestos en ese órgano reducido de dirección.
Iglesias siempre ha expresado públicamente su reconocimiento a Bustinduy y a su labor como responsable de Internacional; y también al trabajo que está realizando Urbán en el Parlamento Europeo, particularmente en las reflexiones que está haciendo en torno al surgimiento de las formaciones ultras en Europa: lo que Urbán suele definir como lepenización o berlusconización de la política.
Eso sí, la secretaría política está en el aire. Se creó en un momento de máxima sintonía entre Iglesias y Errejón, hecha prácticamente a medida de este último en una coyuntura política que no es la actual.
Otros nombres que suenan para la ejecutiva, además de fijos como Irene Montero, Pablo Echenique y Rafael Mayoral, son Noelia Vera, Gloria Elizo y Sofía Castañón. Del sector de Errejón, si incorporara alguno más que Errejón y Bustinduy, serían mujeres, como Àngela Ballester, Clara Serra o Rita Maestre.
¿Un nuevo portavoz parlamentario?
Iglesias no tiene decidido aún quitarle la portavocía del grupo parlamentario a Errejón. También dependerá de la conversación con él y con el resto de consejeros ciudadanos.
La figura del portavoz parlamentario es muy delicada y debe estar en sintonía con la dirección política del partido. En este caso, además, es el portavoz de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, y las comparecencias e iniciativas públicas e institucionales no sólo no han de representar a una parte de Podemos, sino a todo el conjunto del grupo confederal.
Que Podemos se organice por familias, corrientes o fracciones y actúe como tal dependerá de quien ha ganado este proceso, Iglesias; pero también de quien lo ha perdido, Errejón. Dependerá de si Iglesias hace un ejercicio de integración en la mayoría y de si Errejón hace un ejercicio de sumarse a la mayoría. Dependerá de si, una vez superadas las votaciones, se hace una labor de diferenciación permanente y de construcción de liderazgos alternativos como razón de ser de una familia o todo lo contrario.
Errejón ha pasado de ser el número dos del partido a número uno del 33%. Ahora, una vez rota la confianza personal y política, falta por saber si hay margen para la recomposición; si efectivamente desempeñará ese papel o no.
En todo caso, la puerta de Madrid seguirá abierta para Errejón. Iglesias ya le propuso en el proceso de Vistalegre 2 la posibilidad de preparar su candidatura para el Ayuntamiento de Madrid o la Comunidad con el apoyo de la estructura local, autonómica y estatal. Errejón descartó tomar una decisión en aquel momento, y el asunto queda pendiente.
