El primer ministro de Australia podría enfrentarse a un nuevo intento por apartarlo del poder

El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, que ayer evitó perder el liderazgo del Partido Liberal y del Gobierno, podría enfrentarse a un nuevo intento para desbancarlo, dijo hoy Peter Dutton, quien ayer intentó arrebatarle el cargo.

“Estoy hablando con mis compañeros (...) Uno no va a una votación pensando que va a perder y si creo que la mayoría de mis colegas me apoya, entonces consideraré mi posición”, dijo Dutton a la emisora local 3AW.

Turnbull ganó el martes una votación en el seno de los liberales por 48 a 35 tras poner su cargo a disposición a raíz de una revuelta interna que intentaba reemplazarlo por Dutton, hasta entonces ministro de Interior.

Tras la votación, Dutton renunció al cargo para ejercer como legislador sin cartera, y tras él presentaron la dimisión, al menos diez ministros, incluidos tres del Gabinete: Greg Hunt (Salud), Michael Keenan (Servicios Humanos) y Steve Ciobo (Comercio), según la cadena local ABC.

El primer ministro solo ha aceptado hasta el momento la renuncia de Dutton, pero de admitir el resto de dimisiones vería complicada la recomposición de su Gabinete.

Simpatizantes del exministro de Interior, un exagente de Policía de 47 años que entró en el Parlamento en 2001, aseguran que van aumentando rápidamente los apoyos a Dutton, quien necesita 42 votos en la dirección del partido para convertirse en primer ministro.

La operación no cuenta, en cambio, con el favor de algunos diputados del Partido Nacional -socio de coalición de los liberales- que amenazaron con votar en contra del Ejecutivo, que cuenta con un solo escaño de ventaja en el Parlamento, si se aparta a Turnbull.

“Todas las opciones están sobre la mesa en un ambiente volátil”, dijo el legislador nacional, Darren Chester, a ABC.

Dutton también ha comenzado a promover sus propuestas como la reducción de las cuotas de inmigración, la creación de una comisión para investigar los precios de los servicios eléctricos y del combustible, entre otros.

Un cambio de liderazgo también puede motivar la convocatoria de elecciones, que deben celebrarse antes del 18 de mayo de 2019, en un escenario en que el Gobierno de Turnbull acumula casi 40 sondeos adversos frente a los laboristas, que parten como favoritos.

La encuesta más reciente indica, en el cálculo entre dos partidos, que los laboristas cuentan con un apoyo del 55 por ciento y la coalición gobernante del 45, lo que supondría que el Gobierno perdería 20 escaños.

Australia ha atravesado un período de inestabilidad en la última década en la que han tenido lugar una serie de pugnas por el poder tanto en los gobiernos conducidos por la coalición Liberal-Nacional como en los de los Laboristas.