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PSOE y Podemos cierran su sexto acuerdo territorial de coalición con las negociaciones estatales encalladas

PSOE y Podemos forman un Gobierno estable en La Rioja.

Marcos Pinheiro

“El acuerdo no es sólo de programa, que también, porque lo importante de todo era dar estabilidad a la décima legislatura del Gobierno de La Rioja”. Con esa frase ha anunciado la socialista Concha Andreu que será la próxima presidenta de La Rioja con el apoyo de Unidas Podemos, que tendrá una consejería en ese Ejecutivo de coalición. Ambas formaciones cierran así su último acuerdo territorial mientras la negociación para el Gobierno estatal sigue estancada entre reproches por ambos bandos.

El acuerdo de La Rioja ha sido el más difícil de cerrar. La negociación provocó una ruptura entre Podemos e Izquierda Unida y condujo a una investidura fallida a mediados de julio. La diputada de Podemos Raquel Romero llegó a enfrentarse a la dirección nacional de su partido, que le insistió en que reconsiderase su 'no' a la elección de Andreu. Esta última acusaba a Romero de haber exigido tres consejerías a cambio de su único voto.

Este miércoles han comparecido juntas para anunciar el acuerdo. Podemos tendrá finalmente una única consejería -Derechos Humanos y Cooperación- pero controlará nueve cargos en el gobierno regional. Romero, eso sí, se quedará como diputada. IU no entrará en el Ejecutivo y dará apoyo parlamentario.

Mientras Andreu y Romero anunciaban el pacto que cierra el último gobierno regional en el que cohabitarán PSOE y Podemos, los líderes nacionales se enganchaban en una nueva espiral de ataques y reproches. Esta vez ha sido a cuenta de la última propuesta de la formación de Pablo Iglesias para formar un Gobierno de coalición, que los socialistas han rechazado por ser “inviable” echando mano de nuevo del argumento de la desconfianza existente entre ambos partidos.

Lo ocurrido este martes certifica que los dos partidos no son capaces de trasladar al plano nacional los éxitos negociadores a nivel territorial. PSOE y Podemos han cerrado acuerdos de coalición en Comunidad Valenciana, Navarra, Baleares, Aragón y Canarias. El propio Pablo Iglesias lo ha recordado en Twitter. En Podemos llevan semanas apoyándose en esos acuerdos territoriales para incrementar la presión a Pedro Sánchez.

La última oferta de Podemos para “compartir responsabilidades”, como decía Iglesias en Twitter, apenas duró unas horas encima de la mesa. El PSOE descartó las cuatro alternativas de gobierno de coalición sobre los dos pilares en los que se ha apoyado desde la investidura fallida: hay una gran desconfianza entre ambas formaciones y por tanto es el momento de explorar otros modelos de gobernabilidad. De hecho ese plural encierra una única opción: un gobierno en solitario del PSOE con apoyo externo de Unidas Podemos. El modelo portugués.

La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo ha desarrollado este miércoles el rechazo que el PSOE expresó ayer en un comunicado. La coalición, el modelo que ambos partidos negociaron en julio, conduciría a “un día a día imposible”. “No hay precedentes de un grupo, en este caso mucho menor que el nuestro, que trate de imponer una fórmula de cogobierno, de dos gobiernos en uno” ha añadido, recuperando el argumento con el que los socialistas dieron por rotas las negociaciones con Podemos: que los de Pablo Iglesias querían conformar su propio Ejecutivo dentro del Gobierno, independiente para asuntos como Catalunya.

Es más, la vicepresidenta ha llegado a decir que durante las negociaciones, el equipo de Podemos -integrado por Pablo Echenique e Ione Belarra- llegó a advertir de que no apoyarían una eventual aplicación del artículo 155 en Catalunya.

Podemos ha contestado poco después, en un cruce de ataques a través de los medios de comunicación que se ha convertido en una constante desde la investidura fallida. Belarra ha calificado el tono de Calvo de “demasiado agresivo” y ha dicho que no entiende “la cerrazón del PSOE de querer acaparar los sillones para sí mismos”. Ha confiado en que Sánchez pueda estudiar bien el documento de 120 páginas que le enviaron ahora que está de vuelta en La Moncloa.

Sánchez ya ha regresado de sus vacaciones en Doñana. No tiene aún una agenda cerrada de encuentros con los partidos, aunque el primero será con el PNV, según anunció el PSOE hace unas semanas. La reunión con Unidas Podemos no tendrá lugar hasta finales de agosto o principios de septiembre. Ahora mismo las posiciones están igual de alejadas que justo después de que Sánchez no lograse el ‘sí’ de Podemos en la investidura.

Al choque constante por la firma de Gobierno se ha sumado también el enfrentamiento por la gestión de la crisis del Open Arms, el barco español que ha pasado 19 días sin poder atracar en ningún puerto europeo con 90 inmigrantes a bordo, a los que rescató cuando su embarcación se hundía en el mediterráneo. Calvo no ha descartado que se le puedan imponer sanciones por rescatar inmigrantes sin autorización; Irene Montero ha contestado en Twitter que debería rectificar y Belarra le ha acusado de ser más dura con los inmigrantes que con el ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini.

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