“No es posible que cuenten con el PP si es para blanquear un acuerdo que vuelve a comprometer la igualdad entre ciudadanos y entre territorios”. Así ha dado casi por rotos los leves contactos abiertos entre el Gobierno y el principal partido de la oposición para intentar pactar la respuesta española a los aranceles anunciados por Donald Trump a las exportaciones de productos a los EEUU.
El PP justifica su decisión en el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y Junts para lograr el respaldo de la derecha independentista catalana y que implica que las ayudas se repartirán entre las empresas en función del peso en la exportación, lo que, supuestamente, beneficia a empresas instaladas en Catalunya, uno de los principales territorios industriales de España.
Así lo ha anunciado el diputado Josep Maria Cruset, quien ha cuantificado en un 25% el peso exportador hacia EEUU de las empresas radicadas en Catalunya, lo que conllevaría que el 25% de las ayudas acaben en dichas compañías. El PP ha tachado este acuerdo de “cupo arancelario”, comparándolo así con el cupo vasco. “Hemos entendido el mensaje: seguiremos atendiendo las llamadas que recibamos porque somos un partido de Estado, pero no es posible que cuenten con el Partido Popular si es para blanquear un acuerdo que vuelve a comprometer la igualdad entre ciudadanos y entre territorios. No se puede llamar a los pactos de Estado mientras se sigue subastando el Estado”, apunta el PP en un comunicado.
Informa Aitor Riveiro