Una obra de teatro sobre la Guerra Civil de más de cuatro horas agota la taquilla de Sevilla en pocos minutos

Imagen de la obra 1936 ©BSP

Alejandro Luque

Sevilla —
23 de enero de 2025 11:30 h

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Dos días atrás, las redes sociales registraron cierto revuelo en torno a un hecho aparentemente insólito: la salida a la venta de las entradas para una representación en el Teatro Central de Sevilla había sido suspendida en apenas unos minutos. Los usuarios colapsaron las líneas preguntando si se trataba de un error informático, o si había una bolsa de entradas reservadas para algún colectivo determinado, pero resultó ser algo mucho más sencillo: las entradas se habían vendido en un abrir y cerrar de ojos. 

La obra en cuestión es '1936', la nueva propuesta del director madrileño Andrés Lima, protagonizada por Blanca Portillo, Antonio Durán “Morris”, Alba Flores, Natalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo, Juan Vinuesa y el Coro de Jóvenes de Madrid, y que gira en torno al golpe de Estado del general Franco en la fecha que da título al montaje, así como la sangrienta Guerra Civil que le sucedió. Su duración, cuatro horas y cuarto, no parece amilanar al respetable, que ya conoce la potencia, el compromiso y la amenidad de los trabajos de Lima y su equipo, habituales en la programación del Central.

“Es una buena señal, indica el interés que el teatro actual suscita en el público”, comentan fuentes del coliseo de la Isla de la Cartuja consultadas por SevillaelDiario.es. “No es, desde luego, la primera vez que sucede algo así. Recientemente pudimos ver cómo 'The second woman', un trabajo de 24 horas de la actriz María Hervás, agotaba también todas las entradas para el acceso a la totalidad del espectáculo en un abrir y cerrar de ojos. Y también ha sucedido con Breve historia del ferrocarril español, sobre un texto de Joan Yago y bajo dirección de Beatriz Jaén, o Frenia, de Julia Moyano, Rocío Hoces y La Rara, que llega este mismo fin de semana al Central”.

El interés de los abonados

Desde el teatro se informa también de que las localidades puestas a la venta para este tipo de espectáculos son de medio millar por cada función (dependiendo de las características del montaje), mientras que el número de abonados asciende a unos 250. “En las redes de nuestros abonados solemos detectar cuándo hay un interés por encima de lo normal por alguna propuesta, y el que se venía mostrando por '1936' estaba siendo así. No nos ha sorprendido que se venda todo, aunque la rapidez ha sido extraordinaria”.

La obra 1936 es un montaje de más de cuatro horas ©BSP

Tras el éxito de las obras Shock 1: El Cóndor y el Puma y Shock 2: La Tormenta y la Guerra, que tienen como base argumental el avance del capitalismo del desastre a través de los golpes de estado y las guerras, la reflexión de Andrés Lima y su compañía surge de la necesidad de comprender nuestra historia contemporánea marcada por el primer gran shock del siglo XX tras la Primera Guerra Mundial: el golpe de estado del 18 de julio de 1936 contra la II República Española.

En el texto de presentación de '1936', firmado por el propio Andrés Lima, se subraya que “el golpe de estado militar del 18 de julio de 1936 en España dio lugar a una guerra civil que duró tres largos años. Si entendemos el ‘shock’ como el golpe violento sobre una sociedad que da lugar a implementar un régimen económico, político y social, España en el 36 es el inicio de un gran shock que durará 40 años y que todavía tiene una influencia decisiva en todos los estamentos y clases de la sociedad española”.

“Un desgarro emocional”

“Durante muchos años, la historia oficial en este país ha sido contada desde el prisma de los vencedores (triste palabra), de los sublevados”, añade el director. “Y esta falta de educación histórica nos alcanza hasta hoy. Pero la mirada teatral de este montaje no se basa en la dicotomía de los vencedores y los vencidos, de los amigos y enemigos. Nuestra mirada será analítica, crítica y documental. Nuestra responsabilidad es la de reencarnar una guerra. Y una guerra no sólo es un fracaso como sociedad, sino un enorme desgarro emocional. Una guerra civil, entre hermanos, es posiblemente la peor de las guerras. El teatro puede reflejar esa emoción. Queremos que el espectador reflexione, que nuestros adolescentes y jóvenes comprendan, y que todos podamos ponernos en el lugar del otro. ¿Qué se siente bajo un bombardeo, refugiado en una estación del metro, junto con tus vecinos, que posiblemente te denunciaran por tus ideas?, ¿qué se siente huyendo por una carretera de Málaga mientras la armada alemana y los aviones italianos exterminan a heridos, ancianas y niñas y niños?, ¿qué se siente tomando la decisión de arrasar Guernica?, ¿cómo se vive en una trinchera a la espera de la muerte?, ¿qué es un ”paseo“?, ¿qué es el terror?”.

1936 ©BSP

“Es demasiado grande el conflicto, sus ramificaciones, causas y consecuencias. Pero vamos a intentar hacer teatro”, concluye Lima. “Vamos a intentar pintar un paisaje lo suficientemente elocuente que sirva para recordar e imaginar, para hacernos preguntas que nos lleven a comprender mejor, a descubrir dónde están las heridas. Porque sangre hubo y mucha. La guerra dio lugar a un régimen franquista sostenido por la iglesia, el ejército, la aristocracia y una gran masa social. Es el pueblo el que me hace cuestionarme más. ¿Cómo y por qué se apoya un régimen basado en la represión? Siendo un ser humano, ¿cómo no se es humanista?, ¿y hoy? Antes la ultraderecha se imponía por golpes de estado, pero hoy son votados en las urnas. ¿Por qué?”.

De momento, y a pesar del éxito de venta, el Teatro no se ha planteado aumentar algún día más la propuesta escénica.

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