Doña Letizia defiende integrar a los voluntarios de AECC en el sistema sociosanitario

La Reina Letizia ha defendido hoy, como presidenta de honor de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la integración del voluntariado que ayuda a los enfermos y sus familias en el sistema sociosanitario nacional de un modo “bien calibrado y ordenado”, para que sea verdaderamente eficaz.

Acompañada por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, doña Letizia ha presidido en la sede de la Fundación Telefónica la quinta edición del Foro Contra el Cáncer de la AECC, dedicado a abordar el valor del voluntariado para garantizar una atención de calidad a estos enfermos, que ha contado con la participación de profesionales sanitarios, voluntarios, pacientes y familiares.

En una breve intervención, Alonso ha destacado el compromiso del Gobierno con las iniciativas de voluntariado en toda España a través de un sistema de subvenciones del IRPF que “algunos quieren destruir” y ha considerado “fundamental” poder mantener el actual “esquema nacional de solidaridad” en el “futuro apasionante” que se avecina, según ha definido, con sorna, el actual horizonte político.

Tras recordar que participó en la edición anterior de este foro poco después de ser nombrado y ahora ya está “en funciones” -“así con las cosas de breves en la vida”, ha bromeado-, el ministro ha puesto de relieve la implicación del Ejecutivo en la investigación del cáncer, a la que dedicó 42 millones de euros en 2015, año en que la Agencia del Medicamento aprobó además 300 ensayos clínicos.

Un mensaje en vídeo del presidente de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), Tezer Kutluk, en el que animaba a instar a los Gobiernos a adoptar medidas en favor de la investigación y prevención de esta enfermedad ha dado paso a una ponencia marco de la psicóloga María Luisa Vicente en la que ha sostenido la necesidad de integrar el voluntariado en la estructura sociosanitaria.

Según ha argumentado, la actividad de los voluntarios que apoyan a los pacientes oncológicos beneficia no solo la salud física y psicológica de los pacientes y familiares a los que asisten, sino que también afecta positivamente al conjunto de la sociedad y no genera costes.

Ante los asistentes al foro, celebrado la víspera del Día Mundial contra el Cáncer, la presidenta de la AECC, Isabel Oriol, ha reclamado a los responsables del sistema sanitario la integración del voluntariado como “un indicador de calidad” en la atención integral a los afectados y el establecimiento de planes o programas de acompañamiento y evaluación específicos.

Oriol ha destacado que en España hay casi 30.000 enfermos de cáncer mayores de 65 años que viven solos, un número que previsiblemente crecerá de forma considerable los próximos años, ante la cada vez mayor franja de población en riesgo de aislamiento y soledad.

La coordinadora de Voluntariado de la AECC en el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), Paloma Barba, ha insistido además en defender la actualización de los convenios de colaboración con centros hospitalarios, la formación integral y continuada de cada equipo de voluntarios y la atención de las necesidades del paciente oncológico y su familia en todas las fases de la enfermedad.

La AECC cuenta con 20.298 voluntarios que han atendido a más de 371.000 personas y, de ellos, 5.731 procuran atención a enfermos y familiares en 170 centros hospitalarios.

Uno de ellos, Miguel Alonso, ha emocionado hoy a los asistentes al foro con su testimonio, en el que ha explicado cómo a su formación teórica con coordinadores y psicólogos se sumó un periodo de prueba en un hospital durante el que comprobó que su empatía ayudaba a pacientes que no se habían atrevido a desahogarse ni con su familia más próxima.

“Ser voluntario es lo mejor que me ha pasado en mi vida; crecí como persona”, ha confesado orgulloso, mientras Victoria Sancho, esposa de un enfermo de cáncer, acogía sus palabras sonriente, con gestos de aprobación, y tomaba la palabra a continuación para elogiar el “aire fresco” que habían aportado a su vida y la de su marido los voluntarios de la AECC con su “afecto y comprensión”.