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Un tercio de las especies de pájaros han perdido población en los últimos años: así están las 100 aves más comunes de España

La situación de las 100 especies más comunes en España.

Raúl Rejón

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Los pájaros son una pieza fundamental en los ecosistemas y cada vez hay menos. En Europa el desplome llega a los 400 millones de ejemplares en los últimos 30 años. En Norteamérica la caída se ha cifrado en 3.000 millones de aves desde 1970 (un 30%). Algunas especies concretas son las que soportan el grueso del problema. Solo 36 variedades suponen el 90% de esos 400 millones de pérdida en Europa. Y España no es distinta: 26 de los 114 tipos de pájaros más comunes se han quedado sin un tercio de su población desde 1998. La caída suma unos 95 millones de pájaros, sobre todo en el medio agrícola.

El estado de situación de las aves más habituales y mejor conocidas en el territorio español es el siguiente: un 37% están en declive, un 44% ha experimentado repuntes y un 19% permanecen estables desde 1998, según los datos de seguimiento del programa SACRE recopilados por Seo-Birdlife.



Los técnicos de la organización avisan que, aunque haya grupos de especies que muestren repuntes, “no significa que la situación sea buena” y aclaran que lo deseable es se dé un equilibrio, es decir, una situación de “estabilidad”. “Que más de un tercio de las aves comunes se halle en una situación desfavorable es una señal de alarma que debe activar políticas y actuaciones claras”, remata su directora ejecutiva, Asunción Ruiz.

Estas aves cumplen una panoplia de servicios ecosistémicos, es decir, beneficios naturales que aportan a los humanos como reconoce la Evaluación de Ecosistemas del Milenio de la ONU. Actúan como dispersores de semillas de especies vegetales, como controladores de poblaciones de insectos e, incluso, algunas son polinizadoras. Su pérdida evapora esos servicios “que merecen reconocimiento, sean o no apreciados y monetizados por los mercados”.

Cada uno tiene su idiosincrasia

Del abejaruco, que abre la lista, al zorzal, que la cierra, cada especie tiene su idiosincrasia. Algunas tienen presencia muy extendida por el país y otras son variedades muy locales. Existen pájaros populares y muy conocidos como la golondrina, el gorrión o el mirlo y otras que podrían bordarse en el emblema de unas pocas poblaciones como la tarabilla norteña o el picamaderos negro. En la zona de alerta roja están, precisamente, la tarabilla norteña y el roquero rojo. Este último se ha desplomado un 95% desde 1998, según las cuentas del SACRE. Ligado a la alta montaña, el calentamiento global de la Tierra puede estar extinguiéndolo a pasos agigantados.

En una clara situación de peligro se encuentran, al menos, otras diez especies cuyas poblaciones han caído más del 50%. Aves tan conocidas como la codorniz y otras menos como el alcaudón real. También se hallan en situación claramente vulnerable pájaros como la golondrina, la perdiz roja o la paloma bravía. Un ave tan ligada a los medios urbanos como el vencejo ha visto cómo su abundancia ha descendido un 27% en las últimas dos décadas.

Agrícolas, las más perjudicadas

Los datos del Sacre indican que la peor situación se está produciendo en las especies que viven en los medios agrícolas. Las poblaciones son casi un tercio más exiguas que al inicio del seguimiento allá por 1998. SEO-Birdlife analiza que “en los últimos años se han producido grandes transformaciones que han conllevado la pérdida de las condiciones óptimas para la mayoría de las especies”.

Las transformaciones van aparejadas a la intensificación de la producción agrícola. Especialmente al uso de herbicidas e insecticidas que han deteriorado la base de la cadena trófica de la que dependen pájaros como el alcaudón, la perdiz, la calandria, el sisón, la codorniz o la collalba rubia: los insectos. Dentro del medio agrícola, los hábitats donde los pájaros lo están pasando peor son los herbáceos y la denominada campiña cantábrica.

En el otro lado, las especies que vuelan por otros de hábitats como los bosques o los núcleos urbanos están pasándolo mejor. Las especies típicas del medio arbustivo se mueven en la estabilidad de poblaciones, y las de medios forestales y urbanos, en general, en aumento: “Esto no quiere decir que todas las especies de aves que se encuentran en estos medios tengan una tendencia también positiva, aunque sí la mayoría”, aclaran los técnicos. 

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