Cientos de familiares de los 8.000 desaparecidos durante la guerra civil de El Salvador (1980-1992) reclamaron este viernes al Estado la falta de acciones para localizar a estas personas y procesar a los responsables.
Los sobrevivientes del conflicto armado se concentraron en un parque de la capital salvadoreña para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas y fueron acompañadas por diversas organizaciones de derechos humanos.
Sofía Hernández, integrante del Comité de Familiares de Víctimas de las Violaciones de los Derechos Humanos de El Salvador (CODEFAM) y a quien el Ejército le desapareció a siete familiares, pidió al Ejecutivo de Nayib Bukele “decisiones concretas con las víctimas” y que “no nos dejen abandonadas”.
“Pedimos y exigimos verdad, justicia y reparación para que no haya repetición, porque no queremos que nuestros hijos ni nuestros nietos sufran lo que nosotros sufrimos”, sostuvo.
Apuntó que el Estado no puede mezclar los casos de desapariciones actuales, vinculados con las acciones de las pandillas, con los de la guerra civil, atribuidos a los cuerpos de seguridad gubernamentales.
Cifras de las organizaciones sociales señalan que durante la guerra desaparecieron entre 8.000 y 10.000 personas, mientras que la Policía registra desde 2010 la desaparición de más de 10.800 personas.
De acuerdo con el director ejecutivo de Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), Saúl Baños, “el Estado salvadoreño tiene una seria deuda con las víctimas, con los familiares y toda la sociedad”.
“No puede haber justicia si no se reconocen todas las atrocidades que desde el Estado se hicieron y siguen permanentes”, por lo que “el país está condenado a repetir la historia porque no ha sanado esas heridas, no ha dado una repuesta efectiva”, acotó.
Criticó que el Congreso se niega a establecer un día para honrar oficialmente la memoria de los desaparecidos y también señaló la “desatención y poca voluntad de todas las autoridades estatales en cumplir con los estándares internacionales” en este tema.
El presidente de la estatal Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Adultas Desaparecidas (Conabúsqueda), Salvador Menéndez Leal, lamentó el “papel muy limitado” que ha desempeñado en el caso de las desapariciones.
El Ejecutivo del excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén dio vida en 2017 a la Conabúsqueda, que comenzó a trabajar de manera oficial en septiembre de 2018.
Gladys de Cortés relató a Efe que las fuerzas estatales desaparecieron a su hermano mayor el 31 de diciembre de 1979 en la zona norte del país y que nunca había denunciado el hecho hasta que se formó la Conabúsqueda.
“No supimos que pasó y uno a estas alturas solo quisiera encontrar los restos”, dijo Cortés y contó que su familia tuvo temor de sufrir represalias si denunciaban la desaparición durante.
Tras un acto religioso, los familiares de los desaparecidos cantaron y llevaron flores hasta el Monumento a la Memoria y Verdad, en el que están labrados los nombres de 30.000 personas asesinadas y desaparecidas durante la guerra civil.