Los ciudadanos plantan cara a la basura en la Naturaleza pese a la pandemia

Madrid, 30 ene (EFE).- Los ciudadanos españoles han plantado cara a la basura abandonada en la Naturaleza a pesar de las restricciones impuestas a raíz de la crisis sanitaria, a través de actuaciones como las recogidas de residuos desplegadas por toda la geografía española durante el último año.

La reducción en el numero de componentes de los grupos, las limitaciones de horarios o la necesidad de mantener la distancia de seguridad no han impedido que “la sensibilización y movilización ciudadanas para acabar con la ‘basuraleza’ o basura arrojada en el entorno hayan aumentado”.

Así lo ha puesto de relieve el proyecto Libera, liderado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, cuyos portavoces coinciden en el incremento de esta participación ciudadana en entornos fluviales, terrestres y marinos, algunos de los escenarios de actividades que forman parte de esta iniciativa.

La directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz ha calificado a Efe de “gran éxito” la evolución de Libera, puesto que ha conseguido que “unas 74.000 personas, los 'héroes Libera', hayan servido de altavoz para gritar alto y claro que necesitamos otro modelo de producción y consumo” y en muchos casos “con muchísima más intensidad”, a pesar de la situación actual con las limitaciones de seguridad y distancia social, entre otras.

“Si ha sucedido algo bueno durante esta pandemia es que hemos ganado en sensibilización ambiental”, sostiene Ruiz y para demostrarlo ha recordado que la participación de las diferentes batidas de limpieza “no distingue edades, ya que ha llegado a toda la pirámide de población: desde familias al completo hasta comunidades de vecinos, pasando por pandillas de jóvenes”.

Por esa razón el proyecto Libera “cuenta cada vez con más simpatizantes”, además de una “buena apreciación por parte de toda la sociedad”, lo cual responde a uno de los objetivos de SEO/BirdLife al poner en marcha esta iniciativa.

Ruiz ha precisado que el éxito de la iniciativa radica tanto en las organizaciones, como en los individuos, además de las comunidades, las administraciones públicas y las empresas, puesto que todo “están brindando su colaboración” en una “movilización de todos para garantizar que cualquier residuo se pueda convertir en un recurso”.

Además, ha indicado que “hay que conocer la naturaleza de esos elementos para poder realmente afinar, concienciar y trabajar específicamente con aquellos sectores que son responsables de generar los residuos que nos estamos encontrando en el campo”, pero de momento es preciso animar a que “nadie abandone restos” y profundizar legalmente en “las reglas del juego para que arrojar basura no salga ni gratis ni impune”.

En cuanto a Ecoembes, su consejero delegado, Óscar Martín, coincide en la apreciación de que el movimiento social impulsado por esta iniciativa “está creciendo” pese a las dificultades, ya que su último ejercicio se cerró con “cerca de 12.500 nuevos héroes Libera en un año complejo por la situación del coronavirus”.

Martín aboga por “seguir trabajando para lograr la máxima visibilidad en el problema de la ‘basuraleza’” y en ese sentido considera que cada vez existe “una mayor concienciación porque se ve en el peso más importante de la movilización social”.

Respecto a las nuevas amenazas generadas por los residuos de guantes y mascarillas encontrados en el entorno natural, ha detallado que destacan los “productos compuestos por pequeños plásticos de menos de 2,5 centímetros, toallitas, colillas, botellas, piezas de vidrio así como envoltorios” y ha insistido en que los diferentes ecosistemas “no pueden ser nuestro contenedor”.

Durante los tres años de actividad del proyecto se han sumado hasta el momento más de 74.000 participantes con actuaciones a través de 2.700 puntos naturales de todo el país para caracterizar más de 300.000 residuos.

Mar Morales