La Comunidad de Madrid se suma a la propuesta de los pediatras de quitar las mascarillas en las aulas

Tras la caída de la mascarilla en los patios, se abre el debate sobre quitarla también dentro de las aulas. La Asociación Española de Pediatría propone comenzar a hacerlo de forma progresiva en los colegios, empezando por los escolares de primero y segundo de Primaria a finales de febrero. Los pediatras plantean ir monitorizando cómo impacta la medida en el número de contagios antes de extenderlo a más cursos, según el documento publicado este miércoles, pero trabajan con la premisa de que el riesgo de eliminarlas en niños es “bajo”. La Comunidad de Madrid respalda este planteamiento y ha anunciado que lo trasladará a la próxima Comisión de Salud Pública. “La mascarilla dentro de las aulas plantea un componente de dificultad en el aprendizaje”, ha defendido el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero.

La AEP ha emitido este posicionamiento tras comparar el nivel de contagios entre los escolares exentos de llevar mascarilla, los niños y niñas menores de seis años, y el resto. Pese a que las tasas han sido altísimas, las más elevadas de todos los grupos de edad en la sexta ola, la conclusión es que “no hay diferencias significativas”.

“Hay un patrón de incremento de transmisión que se mantiene desde los cursos de infantil hasta los últimos cursos de la ESO, donde parece que se estabiliza”, apuntan en el documento, en el que aseguran que “gracias a la monitorización continuada del riesgo de transmisión en las aulas de nuestro país, hemos podido generar datos que sustentan el bajo riesgo de la eliminación de las mascarillas en los niños”.

Para los pediatras, la medida tiene sentido en un escenario de “normalización” de la transmisión en España, que, a su juicio, abre la puerta a ir relajando las medidas de prevención siempre que “se focalicen las energías en proteger a los más vulnerables”. Incluso plantean que las escuelas, teniendo en cuenta la “menor infecciosidad” de los niños y “el menor riesgo de enfermar”, sea una “plataforma” para testar cómo impacta la retirada del cubrebocas en la sociedad.

Este lunes, el consejero madrileño de Sanidad ya abría el debate sobre la eliminación de la mascarilla en interiores en una visita al hospital Gregorio Marañón. En declaraciones a los medios de comunicación, el responsable sanitario en Madrid planteó que debía avanzarse en esa dirección. “Tal y como está evolucionando la pandemia y en previsión por la disminución tan abrupta que estamos teniendo en el número de contagios, yo creo que hay que empezar a pensar en nuevos horizontes para ir avanzando en la eliminación de la mascarilla”, aseguró. Sus palabras han sido matizadas este martes por el consejero portavoz del Gobierno regional, Enrique Ossorio, que ha pedido “prudencia”.

Sin embargo, sí ha sido más explícito con retirar esta prenda en las aulas. “Si estamos en fase de control de contagios y sobre todo de no transmisión comunitaria ese es el siguiente paso que vamos a dar y vamos a proponerlo donde hay que debatirlo que es en la comisión pública”, ha avanzado Escudero.

En paralelo avanza la vacunación infantil a un ritmo desigual. España no ha cumplido el objetivo que marcó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Conferencia de Presidentes del 22 de diciembre: que el 70% de los niños y niñas menores de 12 años tuvieran puesta la primera dosis en la semana del 7 de febrero. Según los últimos datos de Sanidad, son un 56% cuando los primeros escolares que se vacunaron están siendo citados para la segunda dosis al transcurrir ya ocho semanas.

Los epidemiólogos coinciden en que la retirada de la mascarilla en interiores será, con toda probabilidad, el último paso en la desescalada de las medidas de prevención. En España está regulada por ley. Aunque algunos países ya están avanzando en su eliminación: desde el modelo freedom day de Dinamarca y Reino Unido, a la situación de Francia, que ya anunciado el fin de los cubrebocas en el interior de los locales donde se requiera pasaporte de vacunación para entrar.