Hola,
“Hola, ¿está Flora?”. Esa era la fórmula en clave que tenían que dar las mujeres cuando llamaban al piso de una calle de Valencia en el que un grupo de feministas practicaban abortos en la clandestinidad. Era finales de los años 70, Franco había muerto, pero los abortos seguían penados con cárcel. En España, redes de activistas y profesionales se organizaron para practicar abortos de manera segura en distintas ciudades.
Se cumplen 40 años de la ley que en 1985 despenalizó el aborto, aunque solo en tres supuestos: malformación fetal, violación y riesgo para la vida o la salud de la mujer. Ese último supuesto se convirtió en el comodín para que la mayoría de mujeres pudieran abortar hasta que en 2010 llegó la ley de plazos. El lunes estuve en un acto que conmemoraba ese 40 aniversario y allí recordaron algo muy importante: lo que se aprobó en 1985 no fue la legalización del aborto o una ley integral de interrupción voluntaria del embarazo, sino esa despenalización parcial, que fue muy contestada por el movimiento feminista.
Esa clave que te contaba al principio es parte de la historia de esos años de lucha y activismo por la interrupción voluntaria del embarazo. Lo contaba mi compa Marta Borraz en este reportaje hace unos meses. Ahí recogía la investigación que había hecho Paula Boira Nacher para su libro Un aborto, 8.000 pesetas (Libros del K.O).
En el libro aparece Consuelo Catalá, que estaba presente en el acto del lunes. Esta histórica activista regresó de un viaje al extranjero para abortar clandestinamente y se propuso crear esa red para conseguir que las mujeres españolas pudieran abortar. Empezó en Valencia, donde ella estaba estudiando medicina, y utilizaron el método Karman (que se usa actualmente), que habían importado desde Francia. En fin, la historia es apasionante y nos recuerda que estos derechos que tenemos ahora ni se consiguieron solos ni vinieron solo porque hubo gobiernos que los aprobaron.
Y ya que estamos, te recomiendo otras dos lecturas.
📓 No hay una única razón para abortar ni una misma manera de sentirse cuando lo haces.
📔 La despenalización de 1985 consiguió, a largo plazo, menos divorcios, más estudios y mujeres más felices.
Conozco a varias feministas que están involucradas en esta iniciativa y que me han pedido ayuda para difundirla. Ellas dicen: “Tradicionalmente los hombres han salido de casa para hacer la guerra; es tiempo de que las mujeres salgamos de nuestras casas para construir la paz”. La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) y Mujeres de Negro contra la guerra, de distintos países europeos, van a juntarse en Bruselas entre el 10 y el 19 de octubre para exigir a la Unión Europea que actúe con firmeza contra Israel. Allí harán varias actividades, como un 'abrazo' al Parlamento Europeo. Si te interesa o quieres unirte de alguna manera te recomiendo que contactes con estas organizaciones.
Este acertijo tiene mucho en común con el anterior: habla de una mujer escondida bajo un pseudónimo. ¿Te gustan los crisantemos? A ella creo que sí. No la conocía, pero una coincidencia 'literaria' me la descubrió. Por si no lo sabes, tengo un libro que se llama 'Intensas', y hay algo ahí, en la intensidad, en la rabia, en el enfado... que nos unió. Aunque ella murió allá por 1948 y vivió en otro continente. Ahora, por primera vez, la tenemos aquí o, bueno, tenemos aquí su literatura.
No es fácil el de hoy pero ahí lo dejo.
La respuesta, la semana que viene.
Ana
Sobre este blog
Cuarto Propio es un boletín con mirada feminista, un espacio de la redactora jefa de Género de elDiario.es, Ana Requena Aguilar, en el que caben las noticias, los reportajes y las entrevistas pero también las reflexiones e historias personales, las recomendaciones culturales, los fenómenos sociales y las anécdotas cotidianas. Un cuarto propio en el que puedes entrar cada miércoles para leer... y enviar de vuelta tus sugerencias, apuntes o historias.
1