Las inundaciones le han costado a España más de 7.000 millones en indemnizaciones en tres décadas
La borrasca ‘Gloria’ arrasó en enero de 2020 pueblos y ciudades de la costa mediterránea y gran parte de la Península. Trece personas perdieron la vida y cuatro desaparecieron. Además, las lluvias torrenciales causaron inundaciones en casi un millar de municipios desde Catalunya hasta Andalucía.
Malgrat de Mar, una localidad costera situada al norte de Barcelona, fue una de las que se llevaron la peor parte. El río Tordera se desbordó y se registraron más de mil siniestros con un coste total de cerca de nueve millones de euros. El cruce de las áreas inundables con los datos catastrales había avisado. En esa ciudad un 46% de las viviendas están construidas sobre terreno inundable, según los cálculos de elDiario.es a partir de datos del Catastro y del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.
En la Comunitat Valenciana las más afectadas fueron las localidades de Peñíscola, Dénia y Daimús. Otra vez, se trata de poblaciones con una elevada proporción de construcciones en zonas de riesgo de inundación.
La factura final en indemnizaciones de la borrasca Gloria alcanzó un coste total de 206 millones de euros, incluyendo los daños principalmente por inundaciones, embate del mar o ventadas. Las cifras sitúan el temporal como uno de los diez peores desastres por causas naturales de las últimas décadas, el noveno que más coste en indemnizaciones ha supuesto para el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). ¿Una excepción?
7 de los 10 peores desastres han sido por inundaciones
Listado de los diez eventos que más indemnizaciones han derivado del Consorcio de Compensación de Seguros. Datos de indemnizaciones ajustados a inflación
Fuente: Consorcio de Compensación de Seguros
Las cifras son claras: el 71% de las indemnizaciones por desastres naturales en España se deben a inundaciones. Siete de las 10 tragedias de este tipo con más daños registrados en España tienen los aluviones y anegaciones como origen.
Tras la DANA del pasado fin de semana la historia se ha repetido y, tras un primer balance de los daños, varios municipios han pedido la declaración de “zona catastrófica”. Es el caso de Toledo, cuyo ayuntamiento ya ha anunciado un millón de euros para arreglar desperfectos. En la localidad manchega de Los Cortijos, fuertemente golpeada por el temporal, los daños se cifran en dos millones.
De la riada de Bilbao en el 83 a la de Lorca en 2012
Las trágicas riadas de 1983 en Euskadi lideran el ranking. Una tormenta que avanzaba de este a oeste descargó una tromba de agua sin precedentes con efectos devastadores, especialmente en Bilbao. La magnitud de la catástrofe no tuvo precedentes en territorio vasco: 600 litros de lluvia por metro cuadrado en un solo día que provocó 34 muertos, 5 desaparecidos y 948 millones de euros (ajustados a inflación) en indemnizaciones pagadas por el Consorcio de Compensación de Seguros (CSS).
El consorcio fue creado en 1941 como apoyo a las aseguradoras tras la Guerra Civil y actualmente depende del Ministerio de Asuntos Económicos, aunque se financia con los ingresos de los recargos que se aplican a la mayoría de pólizas de seguros. Es decir, no recibe aportaciones de dinero público.
En sus 80 años de vida, el CCS ha dado cobertura económica cuando ocurren eventos que las aseguradoras privadas no cubren. Por ejemplo, catástrofes naturales como inundaciones, temporales, terremotos y hasta caída de aerolitos, y también otros de tipo humano, como las pérdidas causadas por el terrorismo o por las actuaciones policiales en tiempos de paz.
Las inundaciones son, de largo, los eventos que más siniestros causan y más coste suponen para la entidad. En los últimos 35 años, los expedientes registrados derivados de esta causa suponen casi la mitad, en número, y cerca de tres de cada cuatro si nos fijamos en la suma de las indemnizaciones pagadas.
La razón es sencilla, según advierte Sofía González, experta en gestión de riesgos y técnica de Protección Civil en la región de Murcia: “Se debe a su mayor frecuencia. Por suerte no tenemos los mismos episodios de terremotos que de lluvias”. “En España se producen de media cada año cinco inundaciones con consecuencias para la población y sus bienes”, expone. Y concreta el ejemplo del río Ebro, que también por estadística sufre un episodio de desbordamiento al año con este tipo de resultados.
Las inundaciones son el 71% de las indemnizaciones
Porcentaje de expedientes e indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros según la causa del siniestro desde 1987 hasta 2022
Fuente: Consorcio de Compensación de Seguros
Con tres décadas de experiencia en Protección Civil y habiendo coordinado la respuesta a numerosas riadas en la Región de Murcia, González advierte de que las inundaciones más peligrosas son las llamadas avenidas relámpago, producidas a su vez por episodios de lluvias convectivas que dejan grandes volúmenes de precipitación en escasos minutos. “Estamos hablando de casos en los que desde que empieza a llover hasta que se observa la máxima crecida del río ha pasado menos de media hora”, señala.
Ejemplos de ello fueron la tragedia de Biescas, en Huesca, donde una riada arrasó con un camping y dejó 87 fallecidos. O más recientemente la de San Wenceslao, en Lorca, que mató a cinco personas y que González recuerda perfectamente: la vivió desde Protección Civil.
Con todo, esta experta recuerda que en las últimas décadas se ha logrado reducir el número de víctimas mortales debido a las riadas. “En general, se están reduciendo el número de muertes relacionadas con el clima, puesto que hemos mejorado mucho en sistemas de anticipación. Los pronósticos meteorológicos son cada vez más certeros y lo mismo ocurre con los sistemas de alerta hidrológica, con lo que la gente se pone más a resguardo”, expone. Todo eso hace que se salven vidas. Pero no necesariamente que se eviten daños económicos.
Riesgo máximo en las zonas de flujo preferente
El nivel y velocidad del agua son dos de los factores claves que predicen los daños de una inundación. Los expertos señalan que el mayor peligro se produce en las zonas donde el agua de la riada circula a mucha velocidad, ya que suele transportar gran cantidad de sedimentos, objetos o ramas, y cuando la altura supera el nivel de la primera planta habitable y entra en contacto con suelos, paredes, equipos eléctricos o muebles.
Algunos estudios han demostrado que el 80% de los daños se producen cuando el agua supera un metro de altura. Este es uno de los criterios que se utilizan, por ejemplo, para medir las Zonas de Flujo Preferente, las áreas en riesgo alto de inundación que, cuando se anegan, lo hacen con violencia y con potencial para causar daños graves sobre bienes o personas. “No es lo mismo que el agua te alcance los dos metros a que llegue a 40 centímetros, que sin nadar te puedes salvar”, precisa González. No todas las zonas inundables en España, insiste esta experta, están dentro de estos perímetros de mayor peligro.
En su guía para reducir la vulnerabilidad de los edificios frente a inundaciones, el Consorcio de Compensación de Seguros recomienda guiarse por la cartografía de zonas inundables. “Los mapas de zonas inundables no son una ciencia exacta, pero proporcionan la información más completa de las zonas que se podrían anegar”, defiende el organismo en un documento oficial.
Los casos más recientes de grandes inundaciones le dan la razón. Aunque las riadas son el desastre natural donde más difícil es obtener fotografías satelitales por la presencia de cielos totalmente nublados, las imágenes obtenidas por elDiario.es del sistema Copernicus muestran cómo las áreas anegadas en inundaciones recientes coinciden en la mayor parte con los perímetros dibujados por el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.
El 77% de los pueblos de Girona, golpeados por 'Gloria'
Es el caso, precisamente, de la borrasca ‘Gloria’. La crecida del río Ter en Girona dejó a su paso carreteras cortadas, vecinos confinados y una marea de lodo por la mayor parte de la provincia. Alrededor de las localidades de Verges y Torroella de Montgrí, las zonas anegadas tras la borrasca están completamente ubicadas dentro de las áreas en riesgo de inundación.
Las inundaciones de la borrasca Gloria
Imágenes de satélite de las inundaciones de la borrasca Gloria en Catalunya en enero de 2020
Fuente: Ministerio de Transición Ecológica, Copernicus, foto de EFE (David Borrat)
Girona, según los datos del Consorcio, fue la provincia más afectada por la borrasca. El 77% de los municipios registraron siniestros por las inundaciones y el coste medio alcanzó los 18.000 euros. La tormenta ‘Gloria’ fue el temporal más duro que ha sufrido España desde 1982 y tocó tierra en la península el 19 de enero.
Esta fecha es más la excepción que la norma en los casos de inundación. El otoño es, de largo, la época con más siniestralidad por inundaciones, ya que es también la temporada más lluviosa y donde se concentran los fenómenos meteorológicos como las gotas frías o DANA, asociadas a fuertes tormentas e inundaciones.
De todos los siniestros por inundación tramitados por el CCS desde 1987, casi tres de cada diez han sido en septiembre. Octubre, noviembre y diciembre son los siguientes meses con más expedientes por esta causa. Sin embargo, los expertos advierten que una de las consecuencias de la emergencia climática podría ser una mayor desestacionalización de las lluvias.
Otoño, temporada de inundaciones en España
Porcentaje de expedientes por inundaciones tramitados por el Consorcio de Compensación de Seguros en cada mes desde 1987 hasta 2022
Fuente: Consorcio de Compensación de Seguros
En septiembre de 2021, dos episodios de DANA arreciaron gran parte del territorio peninsular y las inundaciones causaron indemnizaciones por 100 millones de euros. Aunque el primer episodio afectó especialmente a la costa mediterránea y la zona del Ebro, los mayores destrozos de la segunda gota fría se concentraron en la provincia de Huelva, que acumuló más de 7.000 solicitudes de indemnización.
Hasta 200 litros por metro cuadrado en media hora cayeron en el sur de la provincia y terminaron en una riada que inundó las localidades de Isla Cristina, Ayamonte o Lepe. Una marea marrón que se podía ver desde el espacio, según se observa en las imágenes satelitales del sistema Copernicus. Las áreas anegadas, otra vez, coinciden con las zonas de riesgo establecidas por el Ministerio de Transición Ecológica.
Las inundaciones del río Piedras
Imágenes de satélite de las inundaciones de la DANA en Huelva en septiembre de 2021
Fuente: Ministerio de Transición Ecológica, Copernicus, foto de EFE (Julián Pérez)
Huelva no es la provincia más afectada históricamente por las inundaciones, según los datos del Consorcio. En los últimos 30 años, la provincia acumula un total de 14.000 expedientes y 80 millones de euros en daños a los damnificados.
La costa mediterránea es la zona cero de los desastres por inundaciones y la que acumula más indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros. El ranking lo lideran las provincias de Valencia, con 80.000 expedientes por un valor de cerca de 600 millones de euros; Alicante, con 70.000 por más de 500 millones; y Murcia, con 60.000 por más de 400 millones. Entre las tres provincias acumulan uno de cada cuatros euros destinados a indemnizar a los afectados por las inundaciones desde 1994.
La costa mediterránea es la zona cero de los desastres por inundaciones
El tamaño del círculo muestra el número de expedientes del Consorcio de Compensación de Seguros por inundaciones en cada provincia desde 1994 hasta 2022
Fuente: Consorcio de Compensación de Seguros
ESPECIAL | La España inundable
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