Los judíos celebran Janucá en España con luces, rezos y... churros

El encendido de velas es el aspecto más visible de la festividad de Janucá que arranca hoy, en la que alrededor de 35.000 judíos que viven España, la mitad en Madrid, comparten en familia durante ocho días cánticos, oraciones y dulces típicos como las sufganiot, en ocasiones acompañados por churros.

Maayan Erez se mudó hace doce años de Israel a Madrid por asuntos laborales junto a su marido, que trabaja en una empresa tecnológica, y, aunque llegó sin ni siquiera conocer el idioma, comenta que la integración en la sociedad española le resultó sencilla desde el primer momento.

“La gente es muy acogedora”, asegura a Efe esta actriz y bailarina que a partir de hoy celebrará con su esposo y sus dos hijos, de diez y trece años, la fiesta religiosa de Janucá, que por la proximidad en las fechas suele denominarse la 'Navidad judía', aunque los motivos de una y otra no tienen nada que ver.

Esta festividad conmemora un hecho milagroso para el judaísmo ocurrido hace 3.000 años, tras la victoria de los macabeos frente a las tropas helenas, cuando las velas del templo de Jerusalén se mantuvieron encendidas durante ocho días, hasta que los judíos llegaron con aceite limpio para reavivar las llamas, en la recuperación de este espacio para el culto judío.

Para recordar este momento, Maayan encenderá en su casa junto a sus familiares ocho velas situadas en un candelabro de nueve brazos a lo largo de ocho días, el tiempo que dura la festividad de Janucá, siempre a partir del anochecer y en medio de juegos, canciones, plegarias y una comida en la que no suelen faltar los latkes (buñuelos fritos con patata, perejil, huevo y harina) y las sufganiots.

Estos dulces, parecidos a las berlinesas, son el producto más típico de Janucá, en la que la tradición manda comer alimentos fritos con aceite, por lo que no es extraño que los judíos que viven en España como Maayan compren churros españoles para festejar estos días.

Los alimentos judíos, en cambio, suelen elaborarse en casa ya que las mujeres que profesan esta fe conocen la receta para prepararlos, que suele transmitirse de generación en generación, aunque algunas de las pocas tiendas que ofrece comida y bebida kosher en Madrid, elaborada conforme a los rituales de esta religión, venden las sufganiots estos días para quien no sepa hacerlas o dispongan de poco tiempo.

“Tenemos pocos pedidos porque hay que darlas casi recién hechas, si se mantienen en la nevera acabarían malas”, asegura el propietario del establecimiento Gourmet kosher, que cuenta que sólo han tenido un encargo de una sinagoga y otro de una mujer amiga de la familia.

En toda España hay alrededor de 35.000 judíos, de los cuales prácticamente la mitad viven en la Comunidad de Madrid, según señala el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatcwell, que ha advertido en los últimos años un “renacimiento” del judaísmo en el país por la posibilidad de expresar esta fe libremente.

“Madrid es una ciudad plural y cosmopolita que está abierta a otras religiones, eso es maravilloso”, apunta.

Con motivo de Janucá, la Comunidad Judía de Madrid repartirá sufganiots y peonzas, el juguete con el que se entretienen los niños judíos estos días, que era el elemento que usaban sus antepasados hace 3.000 años para fingir frente a los helenos que estaban divirtiéndose en vez de estudiando la Torá.

En todos los eventos festivos que ha organizado esta institución no faltará el encendido de velas, un símbolo de lucha contra lo que “parece imposible de derrotar” como “los propios temores de cada uno”, según explica su presidente.

La Comunidad Judía de Madrid celebrará nuevamente este año Janucá el próximo jueves en un acto oficial junto con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, con el encendido de la tercera vela, un evento animado con danzas típicas hebreas, en el que habrá una actuación del coro de niños del Colegio Ibn Gabirol y de la cantante polaca Emilia Kroll, además de una degustación de sufganiots.

También acudirán este jueves miembros del Centro Sefarad-Israel de Madrid, impulsor de esta iniciativa, como su responsable cultural, Esther Bendahan, una escritora nacida en Tetuán de origen sefardí que también celebrará estos días Janucá en casa con su marido y sus dos hijos, pertenecientes a la primera generación de judíos de su familia nacidos en España.

“España ha incorporado Janucá como país abierto y multicultural en su calendario”, dice con satisfacción, al tiempo que como ejemplo otras ciudades como Barcelona, que también celebran de forma oficial estos días con la comunidad judía.

Por Sol Carreras