La portada de mañana
Acceder
Israel se prepara para una ofensiva en Rafah mientras el mundo mira a Irán
EH Bildu, una coalición que crece más allá de Sortu y del pasado de ETA
Opinión - Pedir perdón y que resulte sincero. Por Esther Palomera

Sanidad pone en marcha el 024, un teléfono para prevenir el suicidio

Siete meses después del anuncio del presidente del Gobierno, el Ministerio de Sanidad pone en marcha el 024, el nuevo teléfono contra la conducta suicida. Empieza a funcionar este 10 de mayo y es nacional, gratuito y accesible, ha anunciado la ministra del ramo, Carolina Darias, en el acto de presentación de una herramienta que supone un “hito” en las medidas institucionales para la prevención del suicidio y responde a una “demanda social” tras registrarse en 2020 el pico máximo de muertes por esta causa de la serie histórica.

El objetivo es claro: salvar vidas. “Hablamos con naturalidad de una dolencia cardiaca, pero no así de una dolencia de la mente. Es algo que tenemos que empezar a normalizar, nos puede pasar a cualquier de nosotros y este teléfono está para ello”, ha explicado Darias en lo que, asegura, se trata de un cambio de paradigma en el tratamiento del suicidio. “Ha sido una amenaza silenciada desde hace mucho tiempo, demasiado tiempo para quienes se han ido y sus familias [...] Queremos acabar con los estigmas y los tabús en torno al suicidio”.

El teléfono está pensado para atender a los pacientes con ideaciones suicidas, pero también a sus entornos y a los supervivientes, aquellas personas que han perdido a un ser querido por un suicidio.  La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ya hace 20 años que un suicidio individual afecta íntimamente, al menos, a otras seis personas.

Los últimos datos de suicidios son alarmantes. El primer año de la pandemia marcó un récord en las muertes por esta causa en España. 3.941 decidieron acabar con su vida, un 7% más que un año antes, según los últimos datos del INE. Y psicólogos, psiquiatras y estudios de diferente calado constatan un empeoramiento de la salud mental a raíz del coronavirus.

El servicio estará gestionado por Cruz Roja. Al otro lado habrá especialistas que atenderán las demandas “en función del riesgo que se identifique”. Los casos catalogados como de alto riesgo o en curso de suicidio se alertará a los servicios de emergencia para que no llegue a consumarse, según ha indicado Fátima Cabello, subdirectora del Área de Conocimiento de Salud de Cruz Roja.

El presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel Rodríguez Zapico, ha lamentado que se haya apartado durante tanto tiempo la vista de un problema “como si no existiera”: “Lo hemos hecho con el suicidio y muchas muertes habrían sido evitables, pero las cosas han empezado a cambiar. Con el suicidio queda todo por hacer”. En este sentido, la ministra de Sanidad ha asegurado que el teléfono de atención a la conducta suicida permite avanzar en la “determinación” del Gobierno de poner la salud mental en el “centro de las políticas públicas”.

España ya disponía de recursos de prevención al suicidio puestos en marcha al margen de la administración, como el de la Fundación Anar, pero no existía un teléfono público. Los datos de esta organización, publicados la semana pasada, son preocupantes: las llamadas de ayuda por problemas de salud mental en menores se han disparado un 54% en un año y la ideación suicida o los intentos han pasado de las 1.920 peticiones en 2020 a las 3.665 este pasado año.

El teléfono 024 forma parte del Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024. La ministra ha avanzado que se debatirá en el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles con el objetivo de que se apruebe tras el anuncio en octubre de una inversión de 100 millones de euros. La puesta en marcha del recurso irá acompañado de una campaña de publicidad institucional durante los meses de mayo y junio con el lema “llama a la vida”.

Las comunidades autónomas y el Ministerio aprobaron a finales de año la Estrategia de Salud Mental 2022-2026, que llevaba caducada desde 2013, con un capítulo específico dedicado a la prevención del suicidio y especial atención a la etapa de la adolescencia, de alto “riesgo”. De acuerdo con el documento, existe un punto de inflexión en los suicidios a partir de los 15 años, cuando suben exponencialmente los casos. El número se sitúa en 14 entre menores de esa edad y escala a los 300 en el grupo de entre 15 y 29.

Gráficos de Ana Ordaz.