El espectacular rodaje que tuvo la mítica escena de esta película clásica de Semana Santa

Ben-Hur no es solo un clásico del cine, sino que es además una película habitual en la programación de las televisiones durante la Semana Santa, así como para muchos es una de las preferidas para disfrutar en esta época del año. Este largometraje dirigido por William Wyler con Charlton Heston como protagonista, estrenado en 1959, es uno de los que mayores premios Oscar acumuló con 11 estatuillas, incluidas mejor película y mejor director.

La magnitud detrás del rodaje de la carrera de cuadrigas en Ben-Hur

Ben-Hur es toda una película clásica de Semana Santa y una de sus escenas más míticas lo es también de la historia del cine, por todo lo que supuso en su momento. Cuando fue rodada era una época en la que Hollywood promovía proyectos monumentales, y eso fue lo que sucedió también con el largometraje de Wyler.

Este, para su carrera de cuadrigas, ideó construir un modelo enorme de un circo romano en los estudios de Cineccittà en Roma, que se basó en el circo de Antioquía, por lo que se construiría una pista oval de 73.000 metros cuadrados que llevó un año y necesitó miles de obreros, lo que lo haría ser el mayor decorado de la historia del cine entonces.

La recreación del circo romano en Cineccittà en Roma acabó con una pista de 460 metros y gradas de cinco pisos de altura, además de que se hizo traer más de 36 mil toneladas de arena de playas del mar Mediterráneo.

Una técnica de doma respetuosa y caballos de pura raza española

Sin embargo, uno de los puntos más complicados del rodaje de la carrera de cuadrigas de Ben-Hur fue el entreno y el uso de caballos, que contó con especialistas, veterinarios y criadores que usaron un método de doma que se centró en la salud y bienestar de los animales y así no se usaron objetos como el látigo, solo las manos.

Esta estuvo coordinada por Yakima Cannutt, un especialista en doma y entrenamiento de caballos que había enseñado a John Wayne a cabalgar, y que se obsesionaba con la seguridad de los animales en el rodaje, por lo que desarrolló técnicas avanzadas con recursos que todavía se utilizan hoy en día en el cine.

Este entrenamiento y doma de caballos para Ben-Hur llevó cuatro meses, y se llegaron a usar 2.500 ejemplares de pura raza española, de los que al final fueron seleccionados 72 y cuatro de ellos acabaron en la cuadriga de Charlton Heston y que respondían al nombre de Antares, Rigel, Altair y Aldebarán.

Y es que el propio Charlton Heston, así como su compañero de reparto Stephen Boyd, rodaron la escena ellos mismos y no contaron con especialistas, lo que les hizo tener que pasar por un duro entrenamiento que derivó en cinco semanas de rodaje y el uso de 15.000 extras en total.

Pero la mítica escena de la carrera de cuadrigas en Ben-Hur tardaría tres meses en estar lista en total, tanto que su productor Sam Zimbalist, que también trabajó en otra clásica de Semana Santa, ‘Quo Vadis’, no la pudo ver terminada al fallecer de un ataque al corazón repentino.