Luna de Sangre en septiembre de 2025: qué es, dónde y a qué hora se verá en España

Luna de sangre

Ada Sanuy

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La noche del domingo 7 de septiembre de 2025 ofrecerá a millones de personas un espectáculo celeste único: un eclipse total de Luna que teñirá el satélite de tonos rojizos, la conocida como Luna de Sangre. El fenómeno coincidirá con la luna llena de septiembre, también llamada luna de la cosecha por su cercanía al equinoccio de otoño. Desde gran parte de España será posible contemplar cómo la sombra de la Tierra cubre por completo al satélite en el momento de su salida por el horizonte, generando una de las imágenes más esperadas del calendario astronómico del año.

Según el Instituto Geográfico Nacional, el eclipse parcial dura tres horas y 29 minutos: comienza a las 18:27 horas y acaba a las 21:56 (hora peninsular española), mientras que su fase total dura una hora y 22 minutos (empieza a las 19:31 y acaba a las 20:53). El máximo será a las 20:11 horas y 42 segundos. Para disfrutarlo en toda su intensidad conviene situarse en lugares despejados y alejados de la contaminación lumínica, dado que la Luna se elevará ya eclipsada en gran parte del territorio.

Cómo se verá en España

No obstante, la visibilidad no será homogénea en todas las regiones. En el oeste de Galicia y en las Islas Canarias, el orto lunar se producirá justo después de que termine la totalidad, por lo que solo podrá observarse el final de la fase parcial. En cambio, en la Península, Baleares, Ceuta y Melilla, la Luna aparecerá ya totalmente eclipsada, ofreciendo la posibilidad de presenciar el desenlace del fenómeno. De este modo, la experiencia será distinta según el lugar de observación, aunque el cielo permitirá contemplar algún tramo en prácticamente todo el país.

Uno de los eventos astronómicos más seguidos del año

El eclipse será visible en gran parte del mundo, lo que lo convierte en uno de los eventos astronómicos más seguidos del año. África, Asia, Oceanía y Europa podrán presenciarlo de manera parcial o total. Según cálculos divulgados en medios especializados, cerca del 88% de la población mundial, más de 7.000 millones de personas, tendrá la posibilidad de ver alguna fase de este acontecimiento. La magnitud global del fenómeno ha contribuido a que sea uno de los eclipses más comentados en foros y comunidades de aficionados a la astronomía.

Por qué se llama así

El término Luna de Sangre alude al característico color rojizo que adopta el satélite durante la totalidad. Este tono se produce porque la luz del sol, al atravesar la atmósfera terrestre, se dispersa de manera desigual: las longitudes de onda cortas, como el azul, se desvían, mientras que las largas, como el rojo y el naranja, logran filtrarse y proyectarse sobre la superficie lunar. Así, aunque la Tierra bloquee la luz directa del sol, la refracción atmosférica baña la Luna de un resplandor cobrizo que la convierte en un símbolo cultural en múltiples tradiciones.

Los fenómenos que se producirán este septiembre

El eclipse de septiembre se enmarca además en un mes especialmente intenso para la observación astronómica. El calendario lunar incluirá un cuarto menguante el día 14, un eclipse parcial de sol coincidiendo con la luna nueva del 21 (visible en el hemisferio sur) y un cuarto creciente el 30. A ello se suman varias conjunciones destacadas, como el acercamiento de la Luna a Saturno el 8, el encuentro con Júpiter el 16 o la ocultación de Venus el 19. Todo ello convierte septiembre en una sucesión de hitos para quienes siguen de cerca los movimientos del cielo.

El 22 de septiembre llegará además el equinoccio de otoño en el hemisferio norte, momento en el que el día y la noche duran prácticamente lo mismo. Este tránsito estacional ha sido históricamente un punto de referencia en calendarios agrícolas y culturales, y se vincula también a la llamada luna de la cosecha, protagonista del eclipse. De ahí que este fenómeno no solo tenga una dimensión astronómica, sino también un trasfondo cultural que lo conecta con las tradiciones de distintas sociedades.

Se puede ver el eclipse a simple vista

Los astrónomos recuerdan que la observación de un eclipse lunar es completamente segura y no requiere de instrumentación especial, a diferencia de los eclipses solares. Puede disfrutarse a simple vista, aunque binoculares o telescopios mejoran la experiencia. La recomendación principal es anticiparse: buscar un mirador, una playa abierta o una colina con horizonte limpio, acudir con tiempo suficiente y evitar la luz artificial. La paciencia es igualmente importante, ya que el fenómeno no se mide en segundos, sino en la progresión de fases que, en conjunto, se prolongan durante más de tres horas.

La próxima oportunidad de contemplar una Luna de Sangre no llegará hasta el 12 de agosto de 2026. Por ello, el eclipse de este domingo 7 de septiembre se presenta como una ocasión difícil de repetir en el corto plazo. Más allá del valor científico de cada observación, la cita es también un recordatorio de la conexión entre los ciclos celestes y la vida en la Tierra, capaz de congregar tanto a expertos como a curiosos en torno a un mismo horizonte iluminado de rojo.

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