¿Perros que estén acompañados tres horas al día? Así es la norma australiana que busca garantizar su bienestar

Dueño acariciando a su perro

Raquel Sáez

16 de julio de 2025 10:03 h

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Las autoridades cada vez muestran más interés en asegurar el bienestar y la protección de los perros, considerados como un miembro más de la familia. Eso se traduce en que cada vez más países los reconocen como seres sintientes, con capacidad de sentir emociones como alegría o dolor. Pero en el Territorio de la Capital Australiana (ACT) quieren un paso más allá y preparan una normativa que exige que todos los perros tengan un mínimo de tres horas diarias de contacto humano o que estos hagan el ejercicio necesario, según edad y raza.

Todas las medidas están recogidas en el borrador del Código de Prácticas para el Bienestar Canino, donde se describen las normas obligatorias que deben cumplir todos los dueños de perros y cualquier persona a cargo de un peludo en esta zona del territorio australiano.

En este proyecto, se dan directrices para los dueños de perros que vivan en casas, pero también considerados de trabajo en granjas o seguridad, teniendo en cuenta que los animales son seres sensibles que pueden sentir y percibir el mundo que los rodea. “Tienen un valor intrínseco y merecen ser tratados con compasión y tener una calidad de vida que refleje su valor intrínseco”, escriben las autoridades.

Tres horas de contacto humano

Las autoridades australianas plantean varias normas, que serían obligatorias y que refuerzan la legislación actual. Por ejemplo, los perros no pueden moverse libremente fuera de la propiedad de su dueño, sino que deben estar confinados de forma segura dentro del límite de la propiedad cuando estén en casa o cuando visiten otra casa.

Otra de las novedades que plantean es la prohibición de los procedimientos quirúrgicos de descortezado, que “no deben considerarse una estrategia de reducción de los ladridos ni un sustituto del cuidado, el manejo, el enriquecimiento o el entrenamiento adecuado de un perro”.

Perro en brazos de su dueño

También establece una serie de pautas para su cuidado: contacto humano durante un período de tiempo razonable cada día durante un mínimo tres horas; ejercicio adecuado para la edad, tamaño y raza del perro; ropa de cama limpia y seca; zona de sombra adecuada, refugio y protección contra condiciones climáticas extremas, tanto de día como de noche.

En el caso de las licencias para la crianza, los cachorros no deberán separarse de su madre antes de las ocho semanas de edad. Además, si el dueño de un perro ya no puede cuidarlo, “debe hacer todo lo posible para encontrarle un nuevo dueño, ya sea de forma privada o a través de una organización de realojamiento”.

Estas medidas se unen a otras normas obligatorias establecidas por legislación superior, en las que se obliga a una correcta seguridad durante los desplazamientos, la prohibición de collares molestos o de pinchos, tener un microchip o castrarlos cuando superen los seis meses de edad. El proyecto está en fase de consultas, por lo que puede sufrir cambios y está pendiente de aprobación.

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