Del reptil al pez: revisión de fósiles británicos descubre una riqueza oculta de celacantos

Reconstrucción interpretativa de un gran celacanto mawsónido junto a varios ejemplares juveniles del talatosaurio rético Pachystropheus rhaeticus , basada en los materiales descritos aquí y en la asociación de fósiles de ambos taxones.

Ada Sanuy

0

Un estudio publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology ha devuelto la atención a unos fósiles poco comprendidos durante más de un siglo. Se trata de restos de celacantos, peces sarcopterigios conocidos como “fósiles vivientes”, que habitaron en las aguas del suroeste británico hace unos 202 millones de años, en el Rhaetiense, la última etapa del Triásico. La investigación demuestra que estos peces fueron mucho más diversos en Europa de lo que se había supuesto hasta ahora y que ocupaban un papel destacado en los ecosistemas marinos justo antes de la gran extinción del límite Triásico–Jurásico.

Durante décadas, numerosos huesos recuperados en los llamados bone beds del Triásico tardío habían sido atribuidos al reptil marino Pachystropheus rhaeticus. Esa identificación se mantuvo como un consenso inestable a lo largo del tiempo, pese a que ciertos detalles anatómicos no terminaban de encajar. El nuevo trabajo revisa con criterios actualizados una amplia colección de materiales, muchos de ellos conservados en museos británicos, y demuestra que esas piezas no pertenecen a un reptil, sino a celacantos. Esta corrección no solo rectifica una confusión histórica que se remonta al siglo XIX, sino que también abre un nuevo capítulo sobre la distribución y diversidad de estos peces en el Triásico europeo.

El origen de los fósiles

El material procede de distintos yacimientos del suroeste de Inglaterra, en particular de la Formación Westbury y de los depósitos de fisura de Holwell, en Somerset. Se trata de sedimentos que se acumularon en ambientes marinos costeros poco profundos, con frecuentes episodios de anoxia, en el marco del llamado “archipiélago de Bristol”. Este escenario geológico, formado por islas y canales estrechos, se convirtió en un lugar de conservación excepcional en el que convivían peces, reptiles marinos y una flora abundante representada por restos de esporas vegetales. El contexto ambiental refuerza la idea de que los celacantos estaban bien adaptados a condiciones variables y, en ocasiones, hostiles.

Elementos documentados por primera vez

La riqueza del estudio reside en la descripción detallada de los huesos analizados. Los autores documentan por primera vez elementos craneales como supratemporales, basisfenoides y cuadrados, además de restos del opérculo, angulares, dentarios y coronoides. También identifican varias piezas de la mandíbula inferior que permiten reconstruir parte de la morfología oral de estos peces. La diversidad de materiales ha facilitado la comparación con celacantos de otras regiones y épocas, y ha dejado claro que en los depósitos británicos no hay un único tipo de pez, sino varios morfotipos distintos.

Hueso del techo del cráneo de celacanto mawsoniido. A , B , lote BRSMG n.° de acceso 451991 CSB85-82, supratemporal izquierdo en vistas dorsal ( A ) y ventral ( B) . Abreviaturas : occ.gr?, surco occipital; ot.sc , conducto sensorial ótico. Las barras de escala representan 10 mm.

La mayoría de los restos encajan con las características de la familia Mawsoniidae, un linaje de celacantos que suele encontrarse en aguas costeras, estuarinas o poco profundas. Este grupo se diferencia por su robustez y por adaptarse a entornos cercanos a la costa, donde podían soportar condiciones cambiantes de oxígeno y salinidad. Sin embargo, los investigadores también han detectado huesos con rasgos propios de la familia Latimeriidae, a la que pertenece el género Latimeria, aún vivo en el océano Índico. La coexistencia de características atribuibles a ambos linajes refuerza la idea de que varios grupos de celacantos compartieron hábitat en el Triásico tardío británico.

A peces, no a reptiles

La revisión también pone de relieve cómo se gestaron los errores de identificación originales. En el siglo XIX, la semejanza de algunos huesos aislados con los de reptiles marinos llevó a los paleontólogos a clasificarlos como Pachystropheus. Esa interpretación se mantuvo durante buena parte del siglo XX, a pesar de que otros especialistas ya habían apuntado dudas. Con las herramientas de la anatomía comparada y un enfoque más sistemático, los autores han podido demostrar que los fósiles pertenecen inequívocamente a peces y no a reptiles, cerrando una discusión que llevaba más de cien años abierta.

Ejemplares de celacanto mawsoniido con corono principal, anteriormente identificados como el ectopterigoideo de Pachystropheus rhaeticus por Storrs et al.Citación1996 ).

Más allá de la rectificación taxonómica, los resultados tienen implicaciones paleobiológicas de mayor alcance. La presencia de varios morfotipos de celacantos en los depósitos del Rhaetiense indica que estos peces estaban atravesando un proceso de diversificación en Europa en los momentos previos a la gran crisis biológica del final del Triásico. Su abundancia en entornos costeros sugiere que ocuparon nichos importantes dentro de los ecosistemas marinos y que pudieron desempeñar un papel relevante en las cadenas tróficas antes de que los ecosistemas cambiaran de manera drástica con la transición al Jurásico.

El hallazgo de esta diversidad inesperada también obliga a reconsiderar la imagen tradicional de los celacantos como un grupo marginal. Lejos de ser simples “supervivientes residuales”, como a menudo se los ha descrito, los fósiles británicos revelan que en el Triásico tardío eran un grupo diverso, con presencia abundante y capacidad para colonizar distintos ambientes. Este momento de florecimiento contrasta con la percepción actual de los celacantos como especies raras y restringidas a hábitats muy concretos. Los autores destacan que estos peces, que hoy representan un linaje casi simbólico de lo que significa sobrevivir a extinciones masivas, tuvieron en Europa una etapa de diversificación significativa justo antes de una de las mayores crisis biológicas de la historia de la Tierra.

Etiquetas
stats