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Los daneses se unen a la huelga sueca contra Tesla y doblan la presión a Elon Musk

Descarga de contenedores de mercancías en el Puerto de Copenhague, el más grande de Dinamarca y uno de los más importantes del Mar Báltico.

Carlos del Castillo

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Acción, reacción. Tesla y los sindicatos suecos llevan desde el 27 de octubre echando un pulso sobre las reglas de las democracias liberales que va camino de entrar en los libros de historia. La negativa de la marca a firmar un convenio colectivo con sus 120 mecánicos del país ha ido desencadenando la solidaridad de prácticamente todos los sindicatos del país. Limpiadores, electricistas, mantenimiento, transportistas, estibadores o carteros presionan a Tesla para que firme. La compañía de Elon Musk sigue enrocada, por lo que los mecánicos han pedido ayuda a trabajadores de otros países. Y ya la tienen.

3F, el mayor sindicato de Dinamarca, ha anunciado este martes que se une a la huelga contra Tesla para impedir que Elon Musk utilice sus puertos para eludir el bloqueo impuesto por los estibadores suecos, que se niegan a descargar sus coches. La multinacional americana, que estaba utilizando los puertos daneses para introducir sus coches en Suecia por carretera, tendrá está vía cerrada a partir de ahora.

“Los trabajadores suecos están librando una batalla increíblemente importante. Cuando piden nuestro apoyo, naturalmente, les respaldamos”, ha afirmado en un comunicado Jan Villadsen, el presidente de la sección de Transporte de 3F. “Al igual que las empresas, el movimiento sindical es global en la lucha para proteger a los trabajadores. Con nuestra solidaridad ejerceremos más presión sobre Tesla. Esperamos que se sienten a la mesa de negociaciones lo antes posible y firmen un convenio”, ha añadido.

Tenemos algunos acuerdos en el mercado laboral en los países nórdicos, y uno debe cumplirlos si quiere hacer negocios aquí

Jad Villesen presidente de la sección de Transporte de 3F, el principal sindicato de Dinamarca

3F (que hace referencia a Fagligt Fælles Forbund, Federación Unida de Profesionales en danés) ha explicado que los daneses, al igual que los suecos y los noruegos, tienen a su disposición una figura llamada “conflicto de solidaridad”. Esta permitirá que los trabajadores portuarios de Dinamarca se nieguen a tocar los contenedores de Tesla y que los conductores de camiones no transporten los coches de Tesla que se dirijan a Suecia.

El bloqueo danés entrará en vigor en dos semanas, cuando finalice el período de preaviso obligatorio. Las operaciones de la compañía en la propia Dinamarca no se verán afectadas, asegura el sindicato.

Suecia, Dinamarca y Noruega comparten un modelo laboral similar. Como explicaron varios académicos suecos a elDiario.es, este tiene como piedra angular los convenios colectivos para fijar los salarios mínimos o las horas de la jornada de trabajo. El 90% de los trabajadores suecos están cubiertos por uno. En otros modelos, como el español, esas normas están fijadas en la legislación nacional a través del Estatuto de los trabajadores.

Por eso, la firma del convenio colectivo se considera tan fundamental en estos tres países, hasta el punto de extender una huelga a nivel transfronterizo. “Aunque alguien sea de los más ricos del mundo, no puede simplemente imponer sus reglas. Tenemos algunos acuerdos en el mercado laboral en los países nórdicos, y uno debe cumplirlos si quiere hacer negocios aquí”, ha aseverado Villadsen.

IF Metall, el sindicato sueco de la metalurgia y la manufactura al que pertenecen los mecánicos suecos de Tesla, está buscando también la solidaridad de los transportistas noruegos. Un portavoz del Fellesforbundet, el sindicato mayoritario en este sector, ha adelantado que están estudiando lanzar una acción similar a la danesa.

Actualización: el Fellesforbundet anunció que también se unirá a la huelga contra Tesla tras la publicación de esta información. Desde el 20 de diciembre sus trabajadores empezarán a bloquear los envíos de coches Tesla destinados al mercado sueco. “El derecho a exigir un convenio colectivo es una parte fundamental de nuestra vida laboral y no podemos aceptar que Tesla se sitúe al margen”, ha explicado.

elDiario.es se ha puesto en contacto con Tesla para incluir su valoración en esta información, pero la compañía se niega a responder a las preguntas sobre este conflicto. En declaraciones a la prensa sueca, sus portavoces han manifestado que las condiciones que ofrecen a los mecánicos son similares a las que obtendrían en un convenio colectivo y no ven la necesidad de firmarlo.

“Esto es una locura”, es la única referencia que ha hecho Musk al conflicto. El magnate es conocido por su postura contraria a los sindicatos. “No estoy de acuerdo con la idea de los sindicatos. Simplemente no me gusta nada que se creen clases de señores y campesinos”, afirmó la semana pasada en una conferencia de The New York Times, en la que también evitó entrar en detalle sobre la huelga sueca.

Hasta las últimas consecuencias

El coche más vendido del año en Suecia es el Tesla Model Y, que también es el más vendido en Europa. El país nórdico es el quinto mercado de Europa para Tesla. Sin embargo, tanto para la marca como para IF Metall, el conflicto ha trascendido la faceta económica. Ahora lo que se discute es la capacidad de Tesla de prescindir de los convenios colectivos en un mercado donde son un pilar de la relación entre trabajadores y empresarios, muchos de los cuales los promueven voluntariamente.

“La persuasión no funcionará, ya que los sindicatos obreros han invertido mucha reputación en el conflicto. Así que a Tesla le espera un largo camino”, exponía a este medio Lars Calmfors, profesor emérito de la Universidad de Estocolmo y ex presidente del Consejo Sueco de Política Fiscal y del Consejo Sueco de Política Laboral.

Tesla tampoco quiere dar su brazo a torcer y ha judicializado el conflicto. Las quejas de la compañía se centran en la huelga de los carteros, que impide que nuevas placas de matrícula lleguen a sus instalaciones. En Suecia, las matrículas solo se pueden entregar por correo y la Transportstyrelsen, la Agencia de Transporte, se ha negado a negociar con Tesla un método de envío alternativo que le permita sortear la huelga.

La empresa de Musk demandó a la Transportstyrelsen por esta situación. La semana pasada, un juzgado sueco zanjó que la Agencia debe buscar un método de entregarle a Tesla sus matrículas o permitir que esta las recoja directamente del proveedor. La Agencia presentó un recurso ante esta decisión, que está previsto que se resuelva esta semana.

La decisión de los tribunales suecos sobre el bloqueo postal contra Tesla y sus matrículas podría resultar clave en el conflicto, ya que la continuación del paro impediría que la marca pudiera vender coches con matrícula de Suecia.

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